Ventana

Olimpíada Mundial 2024, más de lo mismo

El próximo 10 de septiembre comenzará en Budapest, Hungría, la 45 Olimpíada Mundial de Ajedrez por equipos; dos años ha tenido la llamada Federación Dominicana de Ajedrez (FDA) para revertir las pobres actuaciones del país en las tres anteriores lides olímpicas- Bakú 2016, Batumi 2018 y Chennai 2022; en esta última, el conjunto femenino terminó en el lugar 110 y el masculino-open en el 88.

Es preocupante que para Budapest 2024 se repite la misma situación de años anteriores: ningún entrenamiento acorde con el nivel técnico del evento y mínimo fogueo precompetitivo.  

Desde que finalizó el Campeonato Nacional en abril de este año, el MI J. Araujo y MF L. Jiménez aparecen con apenas 10 partidas en mayo -Medellín- y 6 en agosto en un torneo en Santiago de los Caballeros. Los otros 3 integrantes del conjunto (MI J.M. Domínguez, MF D. Camacho y V. Méndez) no han participado en eventos oficiales desde abril, según consta en el listado de la FIDE de septiembre. Evidentemente, todos los miembros del equipo van sin fogueo a la lid más importante del ajedrez mundial.

Por otra parte tenemos que en el equipo femenino se mantuvo al capitán que desde el año 2016 ha llevado al equipo en dos ocasiones al lugar 110, las peores actuaciones de la historia; en el masculino-open se experimenta con un capitán que apenas ha entrenado al equipo. O sea, permanecen los factores que han repercutido en los pésimos resultados olímpicos de los últimos años.

En el ajedrez se triunfa con conocimientos técnicos, preparación y fogueo de nivel; con tiempo y en óptimas condiciones la FDA debió facilitar el adiestramiento de ambos equipos; pero esta vez se repite la improvisación, esperando que los jugadores y jugadoras, por arte de magia y patadas voladoras, logren buenos resultados; peor aún, careciendo del “teamwork” necesario como principio elemental para jugar cohesionados y motivados en una competencia por equipos.

La FDA no posee un pronóstico de los lugares a que se aspira porque lo significativo es enviar a los equipos, publicar las fotos de despedida para justificar los patrocinios (públicos, privados y donaciones) y después decir que cumplimos… apresuradamente, como en la Olimpíada de Estambul 2012, que llegamos del aeropuerto (tras un largo y extenuado viaje) al salón de juego a enfrentarnos al equipo masculino de Rusia, el más fuerte en esa lid.

Estimo que fue un gran error no haber incluido en el equipo al experimentado MI Lisandro Muñoz, quien ha sido primer tablero en las últimas cinco lides olímpicas y es el jugador dominicano mejor rankeado internacionalmente; sin dudas, su ausencia afectará la actuación del conjunto. 

Las estadísticas muestran que ya es normal perder con equipos del continente africano y del área latinoamericana, que antes eran derrotados por los nuestros. Esos conjuntos serán potenciales rivales porque jugaremos cerca de la mitad de la tabla inicial del ranking: lugar 94 (en el masculino-open (2225 ELO) y en el 83 en el femenino (1898 ELO); muy pobres clasificaciones en la historia de los equipos olímpicos dominicanos, como fiel reflejo del evidente retroceso del nivel cualitativo del ajedrez nacional.

En esta ocasión intervendrán 193 países en la rama masculina-open y 181 en la femenina.

Por otra parte, esperemos que el Jefe de la delegación no sea un simple acompañante y fiel a su función, sepa inyectarles a los equipos cohesión y espíritu de lucha alejados, en primera instancia, de toda concepción de hacer turismo deportivo en la bella Budapest.

El Juego Ciencia dominicano necesita que en la capital húngara se mejoren los resultados de Chennai 2022, porque de lo contrario sería muy negativo para el prestigio del ajedrez nacional, que aún mantiene un expediente en la Cámara de Cuentas de la República y muy escasos logros que exhibir en los últimos 10 años.

Sabemos que los jugadores y jugadoras de Quisqueya van con el corazón y ansias de triunfar; pero eso no basta, porque sus rivales también juegan con tenacidad y deseos de ganar. La responsabilidad de la actuación no será solamente de ellos, será en parte de los entrenadores y en gran medida de la propia entidad encargada del ajedrez nacional.

Ya es hora de que se rompa el estigma de “más de lo mismo” en las Olimpíadas Mundiales. Ojalá sea así.

Feliz viaje y éxitos a la delegación.

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