La suerte que nos toca, de Jorge Fondebrider
Ya antes, en el número 24 aparece por primera vez Jorge Fondebrider (Buenos Aires, Argentina, 1956) en Gozar Leyendo; seguirán innumerables –y merecidas– menciones de, a veces, sus traducciones, otras de sus propios ensayos y, en otra ocasión, de Los últimos tres años, su libro de poesía publicado por Ediciones Sin Nombre y Universidad del Claustro de Sor Juana. Ahora viene a cuento por La suerte que nos toca, la antología de sus poemas publicada por Gog & Magog, en la que aparecen los temas principales de sus versos, su vida, sus viajes –Gran Bretaña, Francia, México, Irlanda–, su familia, su circunstancia habitual. De esta antología comenta el poeta Jorge Aulicino: “un intimismo con algo de resignación y elegía frente a la decadencia de lo que llamábamos humano –el amor después del amor– y la narración de viajes y descripción somera, apenas suficiente, de lugares y personas, de dichos y hechos, forman las dos alas de este libro: la fugacidad, solo detenida en el abrazo de la compañera de años o la mención vertiginosa pero vívida de lo que pasa por las ventanillas de un tren en el Reino Unido, de mínimas variaciones del paisaje en un sitio vacío y nevado, del paisaje también de una casa lejana en un paraje extranjero. Mundo de multiplicidad que solo se alcanza a anotar, como en un registro quizá desesperado, o al menos inquieto que contradice aquella velada resignación de los primeros poemas. Una poesía viva, en fin, que solo intenta cumplir su función: crearse –diría la recurrente frase de Huidobro– no a imitación de la naturaleza, sino cómo la naturaleza produce un árbol”.