Caleidoscopio en sepia o poesía fotográfica de Amarilis Cueto
Los sentimientos son imposibles de guardar dentro de uno, al menos esa es la impresión que me deja la lectura de Caleidoscopio en sepia (Río de Oro Editores 2024), poemario fotográfico de Amarilis Cueto. La descripción es mía, pero si usted disfruta del libro, contemplará el vínculo que ofrece entre la poesía de la autora y su pasión por la fotografía.
En la dedicatoria que me hizo Amarilis me puso una frase curiosa: “Julio, compartamos la magia de la poesía”. San Pedro de Macorís debe estar feliz de ser la cuna de una mujer capaz de transmitir tanta verdad en versos que también son mensajes importantes para la sociedad. Amarilis describe uno de sus capítulos como Catarsis íntima y va desnudando su tristeza en: Oda a tu boca, a tu sonrisa, a tus manos, a tu amor, Vacío, Tu silencio. Como dice el prefacio “estos poemas pueden ser parte de un simpe tubo -caleidoscopio- que conduce a un universo sorprendente”.
Debo admitir que no tengo un buen método de lectura poética, acostumbro por formación a consumir novelas, textos de filosofía, aunque cada día me gusta más rodearme de versos. En República Dominicana murió el poeta que más he leído de mi país: José Ángel Buesa. Amarilis y él tienen algo en común, en su escritura muestran estar enfermos de amor y la poesía los ayuda a salvarse. Para una de sus primeras lectoras, Ana Magnolia Méndez Cabrera este libro presenta “sus mejores escritos y sus mejores fotos”, solo acotaré, hasta el siguiente, pues almas así no suelen parar de producir.
Pétalos de Cielo, entre los capítulos de la obra, regala unas imágenes bellísimas que invitan al lector a permanecer, contemplar, gustar y sentir, diríamos los seguidores de la Espiritualidad Ignaciana. La autora nos comparte desde su lente la inmensidad de una belleza que luego retrata con palabras que en el siguiente momento de la obra nos muestran la alegría de saberse escritora con aquello de Si yo fuera poeta.
Tengo dos grupos de redacción y mientras preparo la próxima clase selecciono Escribir, mi poema preferido de Caleidoscopio en sepia para pedirles que lo lean en alta voz como recuerdo de una Amarilis que trata de sembrar su piel en el terreno tan basto de la literatura. O mejor, como ella misma versifica: “deja su alma en el papel”.