Una aclaración necesaria
Desde hace una semana el ajedrez dominicano vive una confusión derivada de la actuación del jovencito Ángel Sebastián Lara Santos que participó en el Campeonato Mundial por edades celebrado en Perú. Inicialmente celebramos la buena noticia de que él había logrado un tercer lugar en la categoría U13 Absoluta y la correspondiente medalla de bronce.
Inicialmente, los ajedrecistas nos alegramos de ese éxito y en lo personal resultó de gran satisfacción para mí, que conozco al niño desde comienzos del pasado año cuando su estimado padre (jugador de ajedrez de hace más de 40 años) me lo presentó para que yo evaluara su potencial. Posteriormente, le impartí algunas clases grupales e incluso, llegamos a jugar varias partidas en la Academia del Centro Comercial Acrópolis de la capital dominicana.
¿Qué sucedió entonces que vale una aclaración? Pues que se dio la noticia del tercer lugar pero sin ninguna prueba que la hiciera verídica.
Los ajedrecistas entendidos en los aspectos técnicos y estadísticos buscaron rápidamente en Internet la información del mencionado evento y constataron que el lugar logrado por el prospecto dominicano fue el noveno. Se basaron en las tablas oficiales reportadas por la Federación internacional de Ajedrez (FIDE por sus siglas en francés) y por el medallero mostrado por la Federación Peruana de Ajedrez, en el cual se observa que el país no alcanzó ninguna medalla. También en la foto de la premiación de esa categoría aparecen los tres jugadores que se muestran como ganadores en las tablas oficiales del evento y donde no está el joven dominicano.
Es necesario aclarar que si bien el jovencito dominicano quedó empatado en tercer lugar con otros 8 jugadores, terminó en el noveno puesto al aplicarse el sistema de desempate utilizado comúnmente en estos eventos, independiente de la edad y el género.
Los sistemas de desempate se utilizan para deshacer empates entre jugadores que tienen el mismo número total de puntos después de la última ronda. Esto es necesario cuando los premios son indivisibles, como títulos, trofeos o clasificación en general. Típicamente se utilizan para definir los primeros lugares de un evento ajedrecístico.
Con la evolución del juego, los sistemas de desempate también han evolucionado hasta el punto de que es prácticamente imposible que dos o más jugadores resulten empatados en algún torneo o campeonato.
La aplicación racional de estos sistemas permite hacer justicia al ubicar con precisión, a los individuos o equipos en lugares exactos de la tabla de clasificación final. Es por lo tanto, imposible no desempatar a 9 jugadores en un mismo evento.
En el campeonato en cuestión, el orden de clasificación final de los jugadores fue determinado por el número de puntos anotados y en caso de empate en puntos el empate, se desempató atendiendo en el siguiente orden:
- 1.Buchholz con Corte 1
- 2.Buchholz.
- 3.Mayor número de victorias con piezas negras. 4.Mayor número de victorias.
Después de la aplicación de estos sistemas de desempate, es que se determinó el lugar exacto de cada jugador, situando al jovencito dominicano en el noveno lugar de la lid.
Ya desde el domingo pasado había comentado en esta columna la participación de solo 14 países en la categoría U13 Absoluto del referido Mundial, el honroso noveno lugar alcanzado por Sebastián y que había perdido 13.2 puntos ELO, lo que equivale a decir que jugó relativamente por debajo de su nivel inicial que lo ubicaba en octavo lugar.
Los entendidos en el Mundo del Ajedrez saben interpretar las tablas, los sistemas de desempate y los comentarios al respecto del ELO, pero la opinión pública, que no conoce estos pormenores, puede ser confundida.
La pregunta que se hace la afición ajedrecística es: ¿quién dio la información del tercer lugar del joven y dónde está el basamento legal que la sustenta?
Las autoridades correspondientes deberían indagar qué pasó en realidad con esa noticia. Se evidencia, que la falta de periodistas y comunicadores conocedores del ajedrez influye en la calidad de la información brindada a la opinión pública.
Este suceso no es nuevo y ha ocurrido en otras ocasiones en el Ajedrez nacional; recordamos que a finales del 2018 se proclamó en un importante acto del Comité Olímpico Dominicano que ya el país poseía una Maestra Internacional, algo falso.
La mejor respuesta a la falsa expectativa es la preparación correcta de Sebastián, con un entrenamiento técnico-metodológico que le permita avanzar linealmente hasta la maestría ajedrecística. Talento y apoyo familiar tiene de sobra.
Asimismo, es positivo señalar que la ética, el juego limpio y la institucionalidad son activos tradicionales del noble juego que los verdaderos ajedrecistas debemos preservar.