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Tatica San Juan o la historia contada de Tokisha

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Fuera de Santo Domingo se hace buena literatura. Acabo de leer el cuento impreso Tatica San Juan del polifacético sancristobalense Ramón Mesa.

Su calidad no es menor y me hizo recordar esos cuentos de antes y después del exilio de Juan Bosh y ese boom del surrealismo latinoamericano protagonizado por escritores como Gabriel García Márquez o Julio Cortázar. En vivo, por la radio, durante una presentación de la obra le preguntamos a Ramón si el personaje que da título a su cuento podía ser visto como Tokisha, la popular interprete dominicana, haciendo alusión a su comportamiento desenfrenado luego de haber vivido abusos sexuales y abandonos familiares de todo tipo en la infancia.

Mesa no trata de aleccionar al lector, más bien su narrativa desea ponernos a pensar sobre la vida, la carnalidad del amor versus la fe de una vocación. La mirada de la sociedad sobre una mujer que ellos mismos han marginalizado y que ahora decide vivir en libertad desenfrenada su juventud. El amor es al mismo tiempo un reloj que parece no tener alarma cuando se vive a todo momento dentro de un relato que mezcla poesía con crónica de una forma extraordinaria.

Tatica San Juan no debería ser etiquetado desde un solo perfil literario. Es un cuento erótico pero también costumbrista, es una prosa que marca la madurez de un escritor que sale a buscar a un público con la necesidad de consumir relatos cortos y profundos. Una historia para devorar en el metro, que te marca el día y te hace pensar por qué la humanidad debe tanto a esos relatos que desde Heródoto nos invitan a mirarnos a través del otro.

Ramón Mesa debe seguir escribiendo, su pluma tiene fuerza. La fama nacional que no se ha posado sobre su figura me recuerda que alguna vez le dijeron a un intelectual si creía que su literatura podría cambiar al mundo y respondió: “no sé, pero aspiro a que cambie a la persona que cambiará al mundo”. Tatica San Juan es la historia de Tokisha o de quien quiera reflejar el lector, al final, eso también es la literatura, un desafío a la imaginación, un barco que parte del puerto de su autor para encallar en cualquier isla creada por quienes lo asumen en su mente.

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