Sentidas palabras
No permiten tus ojos
que uno se distraiga con tus nalgas, donde con sólo mirar
uno siente
la maravilla de la carne,
que cae justo allí donde debe caer
y se sostiene firme
allí donde debe sostenerse;
en un muro, en una calle
o sentada en un diván, en un salón cualquiera o en un colmado,
pero allí donde eres vista
y a todos atribulas.
Tus ojos hacen sentir todo cuanto has visto con asombro, uno se siente muy rico cuando los mira, muy poderoso
y mejor no hablar de libros,
ni de revistas, ni de música, ni de museos,
y mucho mejor nunca hablar de sexo,
pues aun cuando uno posea cada una de estas cosas, frente a las primeras sílabas saliendo de tus labios
todo son puras vituallas,
vana parafernalia,
españolería de palabras.
Por eso son pocos los que te hablan, todos callan, todos callan
como esas nalgas
que hacen parir al mundo y que hace falta no ver
para poder organizar estas sinceras
y muy sentidas palabras.