Ventana

Pablito

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Una vez un sacerdote dominico me dio un consejo que me ha ayudado a comprender mejor de qué va comunicar en la radio, según él, se trata más que de hablar en escuchar al pueblo y a ellos, darles el micrófono. Pablo Estévez o Pablito como le conocemos sus amigos, ha llevado a la praxis radical este mensaje y eso lo ha convertido en un radialista comunitario marca San Cristóbal. Su voz mediática parte de un profundo enraizamiento de la realidad sobre la que expresa su criterio.

La calle lo llevó a los medios y su "revolución", consiste en tomar la palabra como bandera para enfrentar los males de la Ciudad Constitución. Su discurso es un arma que dispara en cada programa radial verdades que no gustan al establihment, pues le dibujan la verdad que muchas veces desean cubrir con falsas narrativas.

No es un tipo pobre, pero su mayor riqueza se esconde en las familias del barrio Moscú a las que contribuyó a devolverle un poco de dignidad, o la fundación de personas con discapacidad que acompañó a recobrar su ración alimentaria. Su preferencia por los pobres y descartados parte de una formación ignaciana que le mostró, en ellos, la imagen de Dios.

Su mediatismo es orgánico y ha sido capaz de levantar de las mieles del poder a más de un corrupto. Los micrófonos donde presta servicio con su talento, suelen ser señales de alerta para un pueblo que reconoce en él una persona que ha salido a la realidad a poner su cuerpo junto a la gente descartada.

Su aptitud recuerda la voluntad de aquellos gladiadores que no rompían el cuello del otro cuando bajaba la mano el César. Él no busca matar al poder, sino, hacer ver a la sociedad dónde reside la justicia para hacerla florecer. Muchos aplauden sus derrotas, pues no es común ver a un comunitario-comunicador convertido en voz del pueblo, pero su luz, no depende del interruptor político para brillar.

Una vez me comentó en el "Despertar de la Mañana" que a veces se sentía cansado, pues "caminar junto al pobre es un ejercicio fuerte y a veces injusto". Sin embargo, encuentra gasolina en el cariño de los marginados por el relato oficial, para seguir, desde la locución y las causas sociales, acompañando sus sueños. La radio para él es un instrumento que suele tocar mejor cuando conversa de aquellos hogares del barrio Las Flores, donde siempre, al llegar , le guardan como regalo, su ración de habichuela con dulce.

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