Ventana

NEGRITA COME COCO

¡Ay, mi muchacho!

A Felicia Santos Moreno, conocida como Doña Chepe por los moradores de la calle Libertad del Ensanche Capotillo, le duelen los pies de andar de sitio en sitio buscando a su hijo.

Hace dos meses que no se sabe del paradero de Juan. Como si su muchacho hubiese sido solo un buen sueño del que un día tuvo que despertar.

De lunes a sábado, Juan, que trabaja como dependiente en una ferretería, llega a las siete de la noche a la pieza que ambos comparten. Abre la cortina que separa su cuarto del de ella y le pide la bendición. Solo después de recibirla, va a la mesa y destapa el plato de cena que, con mucho amor, su madre le prepara.

Ese viernes no fue así. Los espaguetis con salami se quedaron fríos, encima de la mesa, mientras su mamá pasaba la noche desvelada en la ventana.

Su corazón de madre lo supo de inmediato.

¿A dónde estará mi muchacho?, se preguntó nuestra protagonista. Juan no era así. Si salía a algún sitio después del trabajo avisaba.

Siempre.

Cuando Doña Chepe entró al destacamento a poner la denuncia, los policías de turno la miraron con desprecio. Tenía puesto su uniforme del Ayuntamiento, donde trabaja como barrendera desde hace 15 años. Esa posición antes la ocupaba su esposo, pero su amado Pedro falleció en un accidente de tránsito.

Tan solo quedaron ella y su hijo Juan. Uno para el otro.

Chepe tiene los ojos hundidos de no poder dormir. Pensando en su muchachito. El que tiene tantos sueños. El que apenas entró en la universidad y quien le dijo: “mamá, ya usted verá cuando me gradúe. Conseguiré trabajo como ingeniero y se acabarán los días en que tenga que barrer en las calles”.

Ahora esas calles son las que anda Chepe, atormentada, en busca del único fruto de su vientre: Juan Gómez, 20 años, seis pies de estatura, sangre A positivo, con una cicatriz mediana en la rodilla izquierda. El que nació prematuro, pero sobrevivió. El luchador. El buen hijo.

Ya no queda una sola morgue a la que Chepe fuera. Ni un hospital. Ni un periódico o un programa de televisión.

Nada.

A Felicia Santos Moreno, le duelen los pies de andar de sitio en sitio buscando a su muchachito.

Indhira Suero Acosta

Instagram: @negritacomecoco1

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