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Los Puentes de Madison

Este filme es puro cine. Es magia envolvente de cómo se hace una puesta en escena exquisita, decente y profesional al tratar un tema delicado sin caer en la vulgaridad. Es extraordinariamente hermosa y perfecta.

Este filme es puro cine. Es magia envolvente de cómo se hace una puesta en escena exquisita, decente y profesional al tratar un tema delicado sin caer en la vulgaridad. Es extraordinariamente hermosa y perfecta.

El éxito de una obra, tanto en el cine como en la literatura, dependerá el enfoque del autor a ciertos temas que muchas veces pueden considerarse tabúes. La manera de cómo se presenta y concluye dicho enfoque será recibida positiva o negativamente.

El adulterio ha sido moralmente penado, y en algunas sociedades, las mujeres son lapidadas como forma de castigo por la afrenta cometida. No tanto así a los hombres que pudieran cometer la misma acción en dichas sociedades. Sin embargo, existe una cinta en que el adulterio está presente; pero la forma que nos muestra es aceptable y hasta somos cómplices de dicha acción. Vivimos un momento del encuentro de dos seres que logran amarse de una manera pura y limpia donde será el recuerdo quien esté perenne en una parte de su memoria en lo más recóndito de su corazón y alma.

La producción a la cual nos estamos refiriendo es: “Los puentes de Madison”, estrenada en 1995, dirigida y actuada por ese clásico contemporáneo llamado Clint Eastwood y por la gran actriz Meryl Streep.

La trama está ambientada en 1965, en el Estado de Iowa y acontece la relación entre una solitaria ama de casa y un fotógrafo de la famosa revista National Geografic. Todo sucede en un largo feriado de fin de semana cuando el esposo e hijos de Franchesca (Meryl Streep) van a una feria de ganado lejos de su hogar; por lo cual la misma se encuentra sola y triste en su hogar.

Franchesca es oriunda de Italia y logró casarse con un soldado norteamericano a raíz del término de la Segunda Guerra Mundial. Emigró a los Estados Unidos buscando mejor vida. Sin embargo, sus días se volvieron rutinarios y apegados solamente a atender a su esposo e hijos; pero no existía para ella el amor sublime de pareja.

Un día, llega al condado Robert Kinkaid (Clint Eastwood) un destacado fotógrafo tomar algunas fotos de los puentes y paisajes de la ciudad. Ella sentirá por primera vez ese amor que tantas veces esperamos que llegue. Con él, Franchesca vivirá cuatro días de extremo calor humano hasta quedar saciada en su corazón. Pero todo deberá volver a la normalidad, y la relación será un recuerdo eterno donde solo el corazón de una mujer lo guardará para siempre.

Al transcurrir el tiempo, a la muerte de Franchesca, su hija podrá leer en su diario el amor fugaz que tuvo su madre, y entenderá en su interior, a su progenitora, que se dedicó en cuerpo y alma a su hogar con una breve pausa para dedicárselo a la mujer que llevaba dentro. En ella Franchesca escribe en su diario como epitafio “Entregué mi vida a mi familia, ahora quiero entregar a Robert lo que queda de mí” como una manera de despedida y de honestidad como forma de comprensión.

El guion es estupendo. No tengo frases para definirlo, es más, los momentos de ausencia de palabras para que solamente hablen los gestos y las miradas es embriagador. Las actuaciones tanto de Clint Eastwood como de Meryl Streep hacen de ellos pura química, donde podemos respirar hasta el último aliento de la despedida de Robert en su camioneta mientras ella miraba de soslayo. Ese día estaba lloviendo en la ciudad; pero también estaba lloviendo en sus corazones, y Franchesca tendrá que decidir entre ese amor puro o el de su familia. Sin embargo, toma el camino correcto, y ambos caminos se separan por siempre para quedar en su alma el recordatorio de aquel amor.

“Los puentes de Madison” es puro cine. Es magia envolvente de cómo se hace una puesta en escena exquisita, decente y profesional al tratar un tema delicado sin caer en la vulgaridad. Es extraordinariamente hermosa y perfecta.

Curiosidades

Algunas de las curiosidades fueron tomadas de la página de ecartelera.com

La novela escrita por Robert James Waller fue comprada por la productora de Steven Spielberg para adaptarla al cine. En el año 1993 se le ofreció al director Sidney Pollack llevar el proyecto hasta que una adaptación de la novela por el guionista Richard LaGravenese fue lo que motivó a Clint Eastwood querer dirigirla y actuar para el papel principal.

Se habría pensado en la actriz Isabella Rossellini para el papel principal en un principio, así como, Angélica Huston, Jessica Lange, Mary McDonnell; sin embargo, la apuesta de Clint Eastwood siempre fue Meryl Streep a sugerencia de su madre.

Meryl Streep tuvo que engordar alrededor de 22 libras para adaptarse al personaje.

Clint Eastwood tenía previsto rodar todas las escenas en 52 días y terminó diez días antes de lo previsto, acarreando un ahorro de dinero por no extenderse más de lo normal.

El drama posee un estilo parecido a películas clásicas tales como: “Breve Encuentro” de David Lean de 1945 y “Carta de una desconocida” de 1948, dirigida por Max Ophuls basada en una novela de Stefan Sweig.

Meryl Streep fue usualmente nominada como Mejor Actriz aunque no obtuvo la estatuilla porque ese año lo ganó Jessica Lange por la película “Blue Sky”.

Tuvo un presupuesto de casi 24 millones de dólares y obtuvo ingresos superiores a los 180 millones resultando un éxito rotundo para los productores.

Ficha Técnica:

Calificación: 5/5 (Excelente)

Nombre Original: The Bridges of Madison County

Año: 1995

Duración: 134 minutos

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