Caissa: la Diosa del Ajedrez

Caissa la diosa del ajedrez

Caissa la diosa del ajedrez

Caissa es una figura mitológica, considerada como la musa o deidad del ajedrez. No es una persona real, sino un personaje ficticio.

Cuenta la leyenda que la Diosa era una joven que hacía predicciones sobre el porvenir y viendo cómo serían los ejércitos del futuro, decidió crear un juego en el que, para ganar, fuese necesarios la inteligencia y el valor. Accionarían dos ejércitos, uno blanco y otro negro y se jugaría sobre un tablero dividido en ocho casillas por cada lado y alternativamente de color blanco y negro.

Ajedrez

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Cada ejército estaría compuesto por ocho Peones, dos Torres, dos Caballos, dos Alfiles, una Reina y un Rey.

-Los Peones tenían la habilidad de avanzar dos casillas en su primera jugada y sólo podrían capturar a los enemigos que estuviesen en la casilla más próxima en diagonal.

-Las Torres tenían la habilidad de enrocar con el Rey, que es cuando éste actúa en su propia defensa. Anda dos casillas en dirección a la Torre y ésta salta por encima para ponerse defensivamente a su lado.

-Los Caballos tienen la habilidad de saltar por encima de las murallas enemigas, pero solo podrían mover una casilla como la Torre y una casilla en diagonal.

-Los Alfiles representan obispos que no matan en nombre de la religión sino, en defensa del Rey. Por su crueldad reciben la maldición de poder moverse solo por las casillas de un mismo color, en diagonal.

La Dama, o Reina, fue hecha a imagen de una diosa, por lo que se convirtió en la pieza más poderosa del tablero. Y el Rey fue creado a imagen de los grandes guerreros que habrían de surgir, pero se les prohibió acercarse a una casilla del Rey adversario.

Tras crear el juego, Caissa resolvió esconderlo para que no lo viesen y se lo destruyesen. Como no sabía dónde guardarlo con seguridad, decidió elegir cualquier lugar de la Tierra, lo lanzó y fue a caer en la India. Cuando los indios lo descubrieron quedaron impresionados. Intentaron jugarlo de varias maneras, pero siempre había desacuerdos entre los jugadores, hasta que un día decidieron hacer algunas reglas que debían ser respetadas por todos.

Pasaron muchos años desde que Caissa había lanzado el ajedrez a la Tierra, y decidió recuperar el juego para mostrarlo en su país, pero cuando supo que ya era muy conocido y practicado, decidió protegerlo convirtiéndose en su musa y dejándolo definitivamente en la Tierra.

La figura de Caissa, ha sido imaginada e idealizada en el arte y la literatura sobre el ajedrez y no existe una única representación, pero a menudo es descrita como una joven hermosa y noble, a veces vestida al estilo de la antigua Grecia, que simboliza la elegancia, la estrategia, y la inteligencia asociadas al ajedrez, sirviendo como inspiración poética para los jugadores y con el tiempo, la Diosa se convirtió en un símbolo romántico y los ajedrecistas suelen invocar su nombre de manera afectiva como señal de respeto por la tradición y la belleza del juego

Su nombre es usado para decir que se tiene suerte en el ajedrez -Caissa estuvo conmigo-, especialmente en situaciones difíciles durante la partida.

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