Rastreando las raíces del conflicto: El legado de Haj Amin al-Husseini

El prolongado conflicto entre Israel y los territorios palestinos, en particular la reciente escalada con Hamás en la Franja de Gaza, arrastra las sombras de figuras y acontecimientos históricos.

Uno de ellos es Haj Amin al-Husseini, muftí de Jerusalén entre 1921 y 1948, cuya influencia sentó posiblemente las bases de la discordia actual.

El legado de Haj Amin al-Husseini se recuerda a menudo por sus ideologías extremistas antisemitas y su alineamiento con la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Se opuso con vehemencia a la inmigración judía a Palestina, negó la resolución 181 (dos estados independientes) de la ONU y rechazó cualquier compromiso, fomentando un clima de odio y violencia que, en cierta medida, ha persistido.

Fotografías aparecidas a lo largo de los años sugieren que al-Husseini incluso visitó campos de concentración nazis, lo que amplifica la narrativa de su colaboración con el régimen de Hitler. Tras la guerra, escapó por los pelos a los juicios de Núremberg y se refugió en Alejandría, donde vivió bajo estrictas medidas de seguridad.

Uno de los legados más duraderos de al-Husseini es la supuesta fabricación de la narrativa de que "al-Aqsa está en peligro", que postula que existe una conspiración judía para destruir la mezquita de al-Aqsa y sustituirla por el Tercer Templo.

Esta narrativa ha alimentado las tensiones y la violencia en torno al Monte del Templo, un lugar sagrado tanto para judíos como para musulmanes. Además, su instigación de disturbios antijudíos en 1920 y 1929, y la revuelta árabe contra el dominio británico y la inmigración judía en la década de 1930, sentaron un precedente para la resistencia violenta. La revuelta causó numerosas víctimas entre los judíos, el personal británico y los árabes locales.

Estos últimos se llevaron la peor parte de las represalias británicas, pero también sufrieron la brutal represión de la disidencia política por parte de al-Husseini, precursora de la violencia entre facciones que se observa en la política palestina actual. La narrativa de la Nakba, o "la catástrofe" en árabe, marca tradicionalmente el desplazamiento de los palestinos en torno a la guerra árabe-israelí de 1948.

Sin embargo, algunos sostienen que sus orígenes se remontan al éxodo de la élite del reino del terror de al-Husseini, complicado aún más por su alineación con la Alemania nazi. Las hostilidades recurrentes de hoy en día, como las existentes entre Israel y Hamás, se sustentan en agravios históricos y continuidades ideológicas de figuras como al-Husseini.

El camino hacia la paz es arduo y a menudo se ve obstaculizado por las sombras del pasado que siguen condicionando las percepciones y la política de la región. Una comprensión global de estas raíces históricas es crucial para fomentar el diálogo y trabajar hacia una resolución sostenible.