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Un viaje entre el arte y la cultura en la Ciudad Corazón

Estos tres ejes se encuentran en las salas nombradas “Signos de Identidad”, “Huella y Memoria”, “Génesis y Trayectoria”.Otra exposición, esta temporal, es la llamada “Happy”, de Jorge Pineda que incluye, en la planta baja del museo, una instalación de la flora dominicana, en un espacio que reúne plantas reales y sintéticas.

Existe una conexión entre el arte, la cultura y la historia.

Existe una conexión entre el arte, la cultura y la historia.revista Arquitexto

Existe una conexión entre el arte, la cultura y la historia. Y esa conexión tiene que ver con el ser humano. Las personas son el hilo conector entre estos elementos que edifican la percepción y la visión humana. Es necesario saber y conocer de ellos para la formación de criterios en torno a la vida y a lo que nos rodea.

Centro León y un legado difícil de superar.

Centro León y un legado difícil de superar.Cibely Ramírez

Espacios como esos son los museos y galerias. En la República Dominicana sobresale el Centro León, el cual abarca varias salas que se entrecruzan por sus tres “ejes temáticos”: El Caribe, Identidad y Habitabilidad.

Otra exposición, esta temporal, es la llamada “Happy”, de Jorge Pineda que incluye, en la planta baja del museo, una instalación de la flora dominicana, en un espacio que reúne plantas reales y sintéticas.

Otra exposición, esta temporal, es la llamada “Happy”, de Jorge Pineda que incluye, en la planta baja del museo, una instalación de la flora dominicana, en un espacio que reúne plantas reales y sintéticas.Cibely Ramírez

Estos tres ejes se encuentran en las salas nombradas “Signos de Identidad”, “Huella y Memoria”, “Génesis y Trayectoria”.Otra exposición, esta temporal, es la llamada “Happy”, de Jorge Pineda que incluye, en la planta baja del museo, una instalación de la flora dominicana, en un espacio que reúne plantas reales y sintéticas.

En la sala nombrada “Signos de Identidad”, el camino estuvo guiado por la historia del país, en su contexto latinoamericano y caribeño. Este recorrido multisensorial va desde la muestra de imágenes, esculturas, piezas históricas y la recreación de elementos en 4D.

Signos de Identidad

Serie ''Niñas Rojas'' de Jorge PinedaCentro León

“El Caribe es un lugar privilegiado del planeta por sus diversidades geográficas, étnicas, lingüísticas y políticas”, reza una frase en la entrada a la sala.

El recorrido advierte un espacio con grandes pantallas donde pasaban imágenes representativas de la cultura caribeña, entre mares, playas, carnaval y otros elementos. También incluyó una muestra de la situación ambiental en el país, donde había una réplica 4D de un manglar, el cual “fue un punto decisivo para que se poblaron las islas de aborígenes”, indico la mediadora Janette Trastulio.

Después surge otro espacio, dentro de la misma sala, donde las vitrinas resguardan elementos antiguos como vasijas de barro, collares y otros accesorios hechos con dentaduras de “perro mudo”. Asimismo, se exhiben jarrones y las primeras armas de los nativos de la isla.

Aquella experiencia es fascinante. En el recorrido lo mismo se enfrenta una moledora de caña o sueltos con las décimas de Juan Antonio Alix que este poeta vendía en el Mercado de la Plaza de Santiago.

Uno de las secciones más reveladoras fue la del “mestizaje”. A través de unas pequeñas aberturas se podían contemplar elementos como símbolos de los “encuentros y desencuentros” de la conquista de la isla.

Otras de las salas incluían objetos propios de un mercado, incluyendo estatuas con sonido de vendedores ambulantes. También, un viaje hacia la evolución de muchos objetos como el teléfono y otros enseres cotidianos.

En la segunda sala, “Génesis y Trayectoria”, se visualiza una serie de pinturas, fotografías, instalaciones y esculturas que forman parte de la colección del Centro León galardonadas en años anteriores, durante las premiaciones del Concurso de Arte Eduardo León Jimenes”.

La mediadora Janette Trastullo exhortó a que los espectadores hicieran suyo el discurso de cada obra, porque cada persona se lleva una impresión distinta, y que al final la observaran desde el punto de vista del autor.

La tercera sala está dedicada a las exposicions recientes. En ese momento el espacio correspondió a la muestra individual “Happy”, de Jorge Pineda, la cual integraba trazados a simple vista sencillos, minimalista y con uso limitado de colores, pero muy “adelantados a su tiempo”.

Supo capturar con sutileza el maltrato infantil, el embarazo adolecente y otros males que aun enfrentan los infantes; llenó espacios felices como la piscina de confetis junto a algunos motivos coloridos, así como la depresión, la baja autoestima y la pérdida de identidad.

Otra serie icónica fue “Niñas Rojas”, donde el autor pinta con lapicero rojo imágenes de niñas sin rostro: “Las niñas ataviadas con suéter de capucha roja que ocultan su rostro y que, con actitud temeraria, convierten sus vestiduras en instrumentos para sus intrépidos juegos sobre el agua”.

En otra obra se encontraban dos niñas de espaldas con los brazos hacia atrás, unidas por su suéter rojo, cada una inclinada, y debajo de sus pies reposaba una especie de charco de agua. Estas propuestas implican infinidad de simbologías, dependiendo de la forma en la que el espectador las perciba.

Ya fuera de la muestra se hallaba el “Happy Lab”, un espacio para que los visitantes pudieran dibujar sus emociones, sobre hojas en blanco. Allí se conectaba el alma con el arte.

La última exhibición visitada, “Huella y Memoria, un camino hacia la historia de la familia León Jimenes” se ubicaba en un edificio contiguo al Centro León, una réplica de la antigua tabacalera “La autrora”. Guiada por fotografías, objetos antiguos, recuerdos y audios que narraban el camino fundador de esa estirpe de raigambre dominicana que vino desde abajo para mostrar su coraje y vocación emprendedora para llegar al presente con la frente en alto, dejando al país una obra como el Centro León y un legado difícil de superar.

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