Cultura

Los motoristas son muy patanes

Santo Domingo es la ciudad de unos motoristas muy patanes. ¿Quién? ¿Santo Domingo? En un motor tu llegas a donde sea, aunque te salga de frente un camión, una niña o un edificio, tu llegas, si vas en motor, en Santo Domingo tu siempre llegas. Ese parece ser el credo del motorista de nuestra ciudad.

Aún habiendo crecido físicamente como lo ha hecho Santo Domingo en las últimas décadas, sigue arrastrando todo tipo de problemas de organización y lo más evidente es ver el desastre del tránsito, particularmente los motores.

Santo Domingo una y otra vez sucumbe ante la corrupción, el olvido y la desidia de quienes nos gobiernan. El “deja eso así” no tiene límites, Santo Domingo se ha vuelto la capital del “deja eso así, eso ‘ta bien, eso no e’na, así funciona y si no, se hace mejor después”. Y nos la pasamos en eso toda la vida, en hacer mal las cosas una y otra vez, hasta que alguien mediocremente intenta variarlo y por supuesto sucumbe y termina dejando eso así. “Es verdad que así funciona, llevamos mas de 500 años en esto y ahora es que está bueno.”

Como ejemplo basta un motor, si alguien quiere ver el desorden en que se ha tornado Santo Domingo, que se fije un segundo en los motores. Los motores salen de donde quiera, se encaraman en donde quiera, avanzan con o sin licencia por donde mejor les parezca, parece que una regulación especial los rige, la única exigencia es llegar y si vas en motor, no importa que desbarates a alguien o que te desbarates tu mismo, en motor siempre se llega. Este parece ser el credo del motorista: Aunque sea desbaratado, en motor siempre se llega.

Siempre recuerdo que en una época se decía que los motores eran la venganza de Hiroshima, lo que me parecía muy exagerado. Actualmente me doy cuenta de que no, realmente lo son.

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