La dictadura perfecta, de Luis Estrada
Los medios de comunicación son el reflejo de los hechos que se dan cada día, para mantener a la sociedad informada, sin embargo, en distintas ocasiones pueden ser manipulados para controlar el modo de interpretación de los acontecimientos, así como la forma en la que puede visualizarse a los políticos u otras autoridades del gobierno.
En esta ocasión, se aborda la relación entre el gobierno mexicano y un canal de televisión. Esto se evidencia en la película “La Dictadura Perfecta”, dirigida por Luis Estrada, donde se manifiestan constantes acciones para mantener el rating en el canal y manipular las informaciones de una forma en la que el gobernador quedara como héroe y persona que se responsabiliza por su país.
Con el secuestro de unas gemelas quedan evidenciados distintos métodos para llevar información manipulada y orientada hacia la buena reputación de un político, donde no se miden las consecuencias de los actos y donde no existen límites para conseguir los objetivos propuestos.
Uno de los aspectos más interesantes de esta producción es que refleja la realidad detrás de muchos medios de comunicación, donde a pesar de llevar constante información utilizan enfoques que no afecten a ciertas figuras, ya sea por relaciones o patrocinio que tengan con el medio.
Esta producción nos lleva a pensar hasta qué punto se puede llegar en un medio de comunicación para mantener a la audiencia interesada y conectada, pero de igual forma, hasta dónde son capaces de llegar los políticos para mantener una imagen positiva, responsable y ética. Todo esto dejando de lado los límites o valores que rigen la comunicación y la política en un país.
La comunicación ha evolucionado con el paso de los años, los métodos utilizados y también las herramientas aplicadas; no obstante, algo que prevalece es la intención de hacer cualquier cosa para llamar la atención y llegar cada vez a más personas, los intereses son los mismos. Esto no solo se percibe en esta área, sino también en la política desde sus inicios hasta la actualidad.
En la actualidad es necesario reflexionar sobre las acciones que estamos dispuestos a tomar y cuáles son las consecuencias que pueden provocar, puesto que cuando optamos por medidas como la manipulación de información nos encaminamos hacia una realidad que no aporta al ejercicio ético de la comunicación, mientras que si vamos por el camino de la verdad y claridad aportamos a una práctica responsable de la comunicación en la sociedad.