Ventana

Patin Bigote rescata obra de Alberto Peña Lebrón y otros

En la literatura dominicana, la generación integrada por Máximo Avilés Blonda, Juan Alberto Peña Lebrón, Ramón Cifré Navarro, Abel Fernández Mejía, Lupo Hernández Rueda, Juan Carlos Jiménez, Rafael Lara Cintrón, Luis Alfredo Torres, Rafael Valera Benítez, Abelardo Vicioso y Víctor Villegas, dieron a conocer sus primeros escritos en la Sección Escolar del periódico El Caribe, dirigida por María Ugarte en mayo de 1948.

El primero en publicar fue Máximo Avilés Blonda; luego, Rafael Lara Cintrón, Alberto Peña Lebrón, Abel Fernández Mejía, Abelardo Vicioso y Lupo Hernández Rueda. Por la calidad de las publicaciones, dejaron la sección escolar para pasar a una página dominical.

Su poesía en CD

Cuando Carlos Gardel popularizó el tema de que 20 años no eran nada, lo hizo luego de transcurrir dos décadas peregrinando por diferentes geografías. Al regresar a su ciudad natal, estaba lleno de nostalgia y asombro, pues ya su pelo era de color gris y hasta las calles habían cambiado de nombre.

En el caso dominicano, desde 2001 hasta aquí es mucho lo que ha llovido, según reza el refrán, y ‘Patín Bigote Ediciones’ se ha encargado de preservar, quizás de manera menos sublime que Gardel, pero con mucho entusiasmo cultural, las voces y textos escogidos de importantes autores dominicanos.

Ya son 15 años coleccionando, publicando y donando a las bibliotecas y a todos los sitios de interés tanto dentro como fuera del país, esas piezas de valor.

Proyecto especial

A través de un proyecto que nace dentro de la misma ideología de Patín Bigote, se han rescatado algunos textos de Alberto Peña Lebrón, José Mármol, Homero Pumarol, Lupo Hernández Rueda, y Mariano Lebrón Saviñón, entre otros.

Poetas en sus propias voces, nace en 2002 con la finalidad de preservar el acento de los principales poetas dominicanos en formato de CD. La idea no solo es conservar el tono de sus expresiones originales, sino también dar a conocer a nuevas generaciones la importancia de esta impronta a cargo de Luis Molina.

Este proyecto resultó ganador del Premio Conservación Cultural 2007, reconocimiento que entrega la Ford Motor Company en el país para reconocer el esfuerzo cultural tanto tangible como intangible, en todos los ámbitos de la sociedad, incluyendo la cultura.

Con esta celebración se ha visto a bien incursionar en el uso de las nuevas tecnologías de la información, por tal razón fueron las series de CDs incluidas recientemente en versión web y cuentan con presencia en Facebook, para los usuarios de esta red social.

Otras de las novedades que trae “Poetas en sus propias voces” para este 2017 es la creación de la página web: poetasensuspropiasvoces.com, en la que se pretende colocar los audios de más de 18 producciones de poetas dominicanos. Además de esta página, se lanzará la aplicación para móviles, la cual estará disponible para Android y Apple, permitiendo así a los usuarios de las redes sociales escuchar a sus diferentes poetas, leer sus biografías y conocer el trabajo literario desde la comodidad de su teléfono celular.

Uso de otros medios

Según Molina, su empresa fue la primera en colocar en la mayoría de las plantas televisoras nacionales, los audiovisuales que preserva en ‘Patín Bigote Ediciones’. Esto ha permitido una difusión mucho más amplia de la cultura a un público que muchas veces está ausente de los espacios culturales.

Una de sus grandes improntas en la televisión fue la transmisión de las obras de Luis Días. A partir de esa entrega, el público comenzó a reconocer muchas canciones de su autoría, algunas de las cuales continúan transmitiéndose en canales locales. Con esto, Molina propone al Ministerio de Cultura la inclusión y creación de medios a favor de la comunicación cultural y con ellos llevar hasta los hogares los grandes talentos nacionales que aportan a la formación de valores y contrarrestarían los antivalores que se transmiten constantemente en la pantalla chica.

Otras de las propuestas es la necesidad de cambiar la visión de cómo se ven las actividades culturales en el ámbito nacional, ya que es difícil movilizar a la gran mayoría de la sociedad hasta las puestas en circulación de libros, conversatorios y “performances”. Molina considera que estas presentaciones se pueden grabar y subir a YouTube, promocionarse por Facebook y muchas otras redes sociales, de manera que, aunque el público asistente sea de unos cuantos, pueda ser disfrutada por miles.

Explicó que un buen ejemplo es imitar a los productores de música urbana, ya que ellos distribuyen su contenido usando todos los programas y medios, mientras que el ámbito de la cultura pública y privada. el método de usar solo las invitaciones para apenas 100 personas, no ayuda a la promoción de los autores más conservadores del patrimonio nacional.