Ventana

Ese es de los que bailan solos

Homero PumarolSanto Domingo, R.D.

La frase fue dicha, casi susurrada a mi oido, en el frío salón de una empresa comercial, mientras hacíamos la presentación de una campaña publicitaria para un nuevo producto.

No, no estábamos en una discoterraza, discoteca o en algún club nocturno apabullado de parejas ripiando un viejo merengue, sino en la friísima sala de una compañía, como ya dije.

El autor de la frase era un creativo publicista y se refería a la forma imponente, repetitiva y muy agotadora que tenía aquel individuo de hablar sólo él. Bailar solo, hablar sólo, como más tarde diría mi amigo en medio de la pela de lengua:

-Uno diera lo que fuera por su silencio.

Me valgo de ese recuerdo para ejemplificar la destreza que tenemos en este país para hablar de una cosa refiriéndonos a otra, para hacer metáfora.

La anciana tía de cualquiera de nosotros diría, agarrándose los lentes cacos de botellas y acomodándose la caja de dientes: -Es resultado evidente de más de treinta años de dictadura trujillista.

Alguna prima menos rígida diría:

-Es resultado de quéseyocuántos años de balaguerismo.

Algún amigo más joven diría:

-Es resultado de más de 24 años de gobierno morado, dictadura de partido. Hasta Lilís fuera citado como uno de los gobeirnos muy fuertes o extensos, más de la cuenta, que marcaron nuestra forma de hablar, esa tendencia del dominicano a hablar de una cosa refiriéndose a otra.

Yo me pregunto: ¿No será más bien, la tendencia de los gobernantes o gobiernos dominicanos a apropiarse de la ñoña?

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