La gran campeona
La brillante ajedrecista húngara Judith Polgar se hizo célebre en una época donde el juego ciencia estaba dominado por los hombres.
Su padre se encargó de educarla junto a sus hermanas sin ir a la escuela. Él fue su profesor durante todos los cursos de primaria y secundaria.Fue un proyecto personal de rindió sus fruto pues las tres demostraron tener una formación superior a quienes salían de las aulas. Les inculcó el ajedrez y las motivó para que dedicaran entre 20 y 30 mil horas de estudio y práctica.
En el breve reportaje periodístico que se expone a continación se resumen su formación, desarrollo, éxitos y su situación actual como instructora y formadora de las nuevas generaciones de ajedrecitas.