El esfuerzo de Mateo
El Gran Maestro Ramón Mateo no solo se ha destacado como gran jugador, sino también como un propulsor del Juego Ciencia en República Dominicana. En los últimos meses ha realizado dos importantes actividades: una gran simultánea en el Parque Colón de Santo Domingo, el 27 de marzo, y otro hermoso evento en la Quinta Dominica de la Zona Colonial de la capital el pasado 14 de mayo.
Según me comunicó recientemente, el único Gran Maestro del país se propone realizar otras actividades en lo que resta del año.
Traigo estas notas a colación porque, aún en época de pandemia, el ajedrez está renaciendo y de la mano de la máxima expresión de este deporte en el país que es Mateo, que con mucho esfuerzo y escasos recursos ha podido sacar a flote y promocionar el ajedrez en la población dominicana ansiosa de actividades que le distraiga sanamente del problema de la pandemia del Covid-19.
Hace años el GM Mateo logró, a base de mucho tesón, abrir un Club de ajedrez y hacer una revista y aunque ambos proyectos no pudieron permanecer el tiempo que los aficionados y la masa ajedrecística deseaba, enseñaron el camino del desarrollo a través del entrenamiento a escolares y juveniles y por otra parte, la revista contribuyó con la divulgación del juego ciencia.
Indudablemente estas acciones tienen un gran mérito y en aquellos momentos, como ahora, el ajedrez tomó un impulso ante el inmovilismo oficial de quienes están sujetos a desarrollar este deporte en el país. Las actividades de Mateo recuerdan las realizadas hace años por directivos amantes del ajedrez como Alvaro Arvelo, Napoleón Muñoz, Rafael Damirón, Don Ricardo y Francis Argomániz, Luis Belliard, Elizabeth Hazim y Nazir Atalah, que cada cual a su forma y con los recursos que lograban conseguir, lograron mantener encendida la chispa del noble juego.
No se entiende que en República Dominicana, la institución que está facultada para desarrollar el ajedrez, no haya efectuado un evento internacional desde el año 2012 o una gran simultánea en muchos años. Tampoco se explica que en pleno año 2021 el ajedrez criollo no cuente con una Maestra Internacional o que hubo que esperar que el proyecto Ajedrez Joven R. D., creara en el joven y talentoso Josué Araujo, un Maestro Internacional después de 12 años de espera.
Por otra parte, seguimos esperando por la inclusión definitiva del ajedrez en las escuelas, tarea que el Ministerio de Educación debe acometer con el personal mejor capacitado, contando con el propio Gran Maestro Mateo como guía principal por sus conocimientos y experiencia.
Tanto Mateo, como la Fundación LISSCHESS, el proyecto independiente Ajedrez Joven R. D., los directivos de la provincia de La Vega y la Escuela de Los Guaricanos, han demostrado que se pueden alcanzar éxitos si se trabaja con deseo, esfuerzo y dedicación, aún sin contar con asignaciones regulares del estado ni facilidades para lograr patrocinios de la empresa privada.
El ajedrez dominicano merece mejor atención, desde los escolares y juveniles, hasta los seniors mayores de 65 años y para eso la institución llamada a dirigir el juego ciencia en el país, debe reinventarse con el personal idóneo, que sienta por el mundo de las 64 casillas y sea capaz de desarrollar programas que abarquen entrenamiento, arbitraje, publicidad y promoción, organización deportiva, entre otros.
El Gran Maestro Ramón Mateo ha señalado un camino el cual sirve de patrón para todos los interesados en que el ajedrez dominicano enfile la nave hacia mejores derroteros; olvidemos los intereses personales, el favoritismo, el regionalismo y la politiquería dañina al deporte. Se debe revertir el tiempo perdido durante los últimos años donde el país ha retrocedido en el ámbito internacional e internamente se observa muy lento el cambio generacional. Afrontemos la realidad, rechacemos el falso triunfalismo y la improvisación para poder avanzar cuantitativa y cualitativamente.