Ventana

El carbonero de ideas

Retrato épico poco fiel

Fernando GonzálezSanto Domingo

El metaarte —en sus múltiples formas— es en sí mismo un género difícil de lograr, incluso en la gran pantalla. A pesar de que ya no son pocos quienes realizan filmes de esta índole, lamentablemente hoy son todavía más escasos los cineastas que entienden lo esencial de este tipo de obras: mostrar el proceso creativo, en todas sus fases, estadios o misterios.

“No Dejes de Mirarme” (2018) es una película épica ‘coming-of-age’ dirigida y escrita por Florian Hanckel von Donnesmark, reconocido por ser autor de la galardonada cinta “La vida de los otros” (2007).

El cine alemán por el que hemos repasado tiene como característica fundamental una sinopsis compleja, y este filme no es la excepción. “No Dejes de Mirarme” relata la vida de un joven pintor marcado (de forma indirecta) por los horrores de la Segunda Guerra Mundial y las secuelas del socialismo en la Guerra Fría. La complejidad reside en las relaciones entre los protagonistas del guion: dicho pintor entabla una relación de futuro yerno con un hombre despiadado y acomplejado con un secreto que lo relaciona a su niñez.

Este filme en la trayectoria del autor von Donnesmark marca un triunfo: la cinematografía, más que ser hermosa y de calidad, es justificada en los temas que retrata el guion. En sus hermosos desenfoques y efecto bokeh, reside la maravilla visual del filme. Precisamente por eso esta cinta, rica en aspectos técnicos, simboliza un nuevo estándar para el director.

Si en “La vida de los otros” el aspecto directorial fue convencional pero efectivo, aquí el autor se superó a sí mismo: si en su ópera prima los actores ya de por sí eran veteranos, en esta, tanto los actores viejos como los nuevos bajo la tutela de von Donnesmark, brillan por su excelente dirección.

Un guion imprescindible

Sin embargo, este filme de carácter épico destaca por su inteligente pero auténtico guion: si bien la intriga de piezas pasadas de este director todavía prevalece por sus excelentes personajes, por lo menos en este filme resalta una capa más de profundidad que su anterior obra maestra.

La película es, en sí misma, un retrato de las inseguridades de los jóvenes artistas, hasta el punto en que declara: “Solo tú sabes si lo que haces está bien”. Por eso se afirma que en este filme el nepotismo y la corrupción política son lo de menos: lo verdaderamente importante es el discurso artístico y temático que maneja.

¿No es romántico?

Sin embargo, la película no decae en romanticismos.

A pesar de que su cinematografía embellece hasta las imágenes más oscuras, por lo menos el guion se encarga de aterrizar a sus personajes dependiendo de su contexto. De hecho, el filme en sí mismo destruye su corrección política y revisionismo para mostrar en carne propia lo que el protagonista no se negó a sí mismo: el horror que fue la historia del pasado siglo XX.

Ficha técnica

Título original: Werk ohne Autor; Duración: 188 min.; Música: Max Richter; Fotografía: Cale Deschanel; Reparto: Sebastian Koch, Tom Schilling, Paula Beer, Lars Eidinger, …; Productora: Co-production Alemania-Italia; Pergamon Film, Wiedemann & Berg Filmproduktion, Beta Cinema, RAI Cinema, ARTE, Bayerischer Rundfunk (BR); Sinopsis: Kurt Barnert es un joven estudiante de arte en la Alemania del Este. Está enamorado de su compañera de clase, Ellie. El padre de ella, el Professor Seeband, un famoso médico, no aprueba la relación de su hija y está decidido a destruirla. Lo que ninguno de ellos sabe es que sus vidas están conectadas por un terrible crimen cometido hace décadas. (FILMAFFINITY)

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