Ajedrez contra Pandemia
El autor plantea que actualmente se vive un buen momento para el ajedrez a pesar de la pandemia
El ajedrez está de moda y dos acontecimientos han conllevado que así sea. Primeramente, la pandemia que azota al mundo hace un año y en segundo lugar, la miniserie Gambito de Dama. Dos eventos muy diferentes entre sí, uno muy negativo para la humanidad y otro muy positivo para el Juego Ciencia.
Desde el comienzo del Covid-19 el ajedrez cobró notable impulso en el internet y la gran mayoría de países comenzaron de forma institucional o individual a fomentar eventos, charlas y actividades ajedrecísticas. Los torneos online se multiplicaron y se organizan cientos diariamente a todos los niveles, desde campeonatos escolares hasta en la élite mundial; y con la ventaja para las federaciones que el costo de organizar un torneo es mínimo ya que los participantes juegan desde su casa y, por lo tanto, los gastos operacionales disminuyen considerablemente.
Y en el transcurso del mes de octubre llegó, para elevar los ánimos caídos de gran parte de la población afectada por la pandemia, la mini serie Gambito de Dama lanzada por Netflix, que en pocas semanas cautivó una amplia audiencia y se convirtió en la serie más grande de su historia, al superar un récord de 62 millones espectadores durante los primeros 28 días desde su estreno.
Al mismo tiempo la serie provocó que las consultas de búsqueda de ajedrez de Google se hayan duplicado, como también las de cómo jugar al ajedrez. Y no bastando con eso, las consultas acerca de juegos de ajedrez en eBay aumentaron en un 250% y que Goliath Games confirmó que sus ventas de ajedrez subieron más del 170% desde que debutó la serie. Lo que queda claro entonces es que el impacto de Gambito de Dama va más allá de lo televisivo.
En nuestro país el furor del ajedrez online se desató desde marzo motivado por diferentes foros locales que comenzaron a organizar torneos a través de las plataformas internacionales LICHESS, CHESS24 y CHESS.COM. En la actualidad es común ver cada noche a compatriotas organizando eventos de partidas rápidas utilizando dichas plataformas que prácticamente se han convertido en salones de juego con árbitros incluidos.
Para atenuar un poco la afectación del ajedrez presencial producto de las medidas de higiene y seguridad impuestas ante el Covid-19, la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) organizó en julio el evento más importante del año: la Olimpíada Mundial Online por equipos, en la cual la llamada Federación Dominicana de Ajedrez (FDA) presentó un elenco nacional de 6 jugadores regulares entre masculinos y féminas, para participar en la eliminatoria de Centroamérica y del Caribe, donde no logramos clasificar para la siguiente etapa al perder los encuentros con México, Costa Rica, Panamá y Barbados.
Esa actuación constituyó un duro golpe en las aspiraciones de encausar el ajedrez nacional hacia mejores posiciones en el área y a nivel mundial, para así recuperar el prestigio y las buenas actuaciones que tuvo el juego ciencia dominicano en décadas anteriores, indudablemente afectado internamente en la actualidad por situaciones de denuncias ante la Cámara de Cuentas de la República, factor que lógicamente ha limitado el normal desenvolvimiento de la entidad encargada de desarrollar el ajedrez en el país. Esperemos que en corto tiempo se solucione ese trance y así tratar de recuperar el terreno y el tiempo perdido en los últimos años.
Mientras el mundo espera masivamente por la vacuna anti pandemia, el ajedrez sigue de moda y se recomiendan películas como Bobby Fischer contra el Mundo y la versión de Netflix Innocent Moves, que es Searching for Bobby Fischer (1993) pero que cobra vida en la actualidad por el tema de la práctica de ajedrez en edad escolar, y Critical Thinking (Pensamiento crítico - 2020) basada en hechos reales sobre la historia del equipo escolar de ajedrez del Miami Jackson Senior High School.