Ventana

Inauguran exposición en galería de Taipéi

El artista español Álvaro Trugeda conversó con Taiwan Hoy sobre su reciente exhibición individual.

Tras varios años de trabajo, vivencias y aprendizaje en Taiwan, el artista español Álvaro Trugeda volvió a presentar sus creaciones en «Flores de otro mundo», su más reciente exhibición individual que tuvo lugar en la Galería Bau Yu Art Center en la ciudad de Taipei, del 1 de julio al 30 de septiembre.

La exposición reunió más de 25 llamativas y extravagantes obras pictóricas en acrílico y óleo, así como algunas esculturas en madera, que plasman un encuentro entre la geometría, lo orgánico, el racionalismo y la figuración, rasgos característicos de la obra de Trugeda, quien también ha visto recientemente sus creaciones enriquecidas con motivos locales tras su estancia en Taiwan.

En «Flores de otro mundo», las pinceladas creativas y la imaginación surrealista de Trugeda juegan con los colores brillantes y el espacio, y cuentan historias que combinan temas como el cuerpo humano, las flores exóticas, las plantas y los minerales.

Sobre el artista

Trugeda, de 41 años de edad, nació en Santander, España, y comenzó a pintar a los 20 años de edad. Egresado de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca en España, ha continuado su desarrollo artístico con largas estancias en diversos países antes de llegar a la República de China (Taiwan) en 2014.

Su obra ha evolucionado de una manera espontánea a lo largo de su extensa carrera artística, y cuenta en su haber con múltiples exhibiciones individuales y colectivas en Taiwan, China, Hong Kong, Portugal, Estados Unidos y en su país natal, España. Algunas de sus obras ya se encuentran en algunas colecciones importantes como las del Gobierno de Cantabria en España, el Museo de Arte Contemporáneo de Pekín y en el Museo de Arte Contemporáneo de Taipei, entre otras.

Taiwan, otro destino en un viaje multicultural

Continuando con sus deseos de constante aprendizaje y conexión con múltiples culturas, y explorando más posibilidades creativas y la autoexploración en una tierra extranjera, Trugeda arribó a Taiwan en 2014. Actualmente el artista reside en el sureño distrito de Taitung y es poseedor de una tarjeta dorada de empleo concedida por el Gobierno de la República de China (Taiwan), un documento que permite a profesionales extranjeros con logros sobresalientes o habilidades únicas trabajar, invertir y vivir en la nación.

Trugeda ha realizado numerosas residencias artísticas y exhibiciones en diversos lugares de Taiwan. Entre estas cabe mencionar la exitosa exhibición individual de casi tres meses de duración en el prestigioso Museo de Arte Contemporáneo de Taipei a finales de 2018 y principios de 2019. Dicha muestra titulada «Pasión y vacío», incluyó numerosas pinturas y pequeñas esculturas, que exploraron temas como la sensibilidad y el racionalismo.

La geometría y el proceso mágico

Con un estilo colorido, surrealista y único, la pintura de Trugeda está marcada por su obsesión con las formas geométricas, el color, los volúmenes, las formas orgánicas y el proceso de composición superpuesta, presentes en cada una de las obras de su más reciente colección «Flores de otro mundo».

Durante un recorrido por la exhibición, las diversas formas geométricas que se repiten a lo largo de los cuadros del pintor español llaman particularmente la atención. “Tras mi llegada a Taiwan desde Pekín, donde viví durante un largo tiempo, dejé de pintar durante todo un año para ocuparme de construir mi casa en un poblado aborigen en Taitung. Durante ese tiempo estuve obsesionado con la arquitectura, y cuando volví a pintar me dejé llevar por las formas geométricas, y poco a poco he ido incorporando otros elementos”, aporta.

Asimismo, muchas de las obras de Trugeda emplean la técnica de composición superpuesta. “Mi pintura siempre ha sido así, voy tapando la obra. Es un proceso en el que voy superponiendo capa tras capa, y mucho de lo que va ocurriendo allí (en la obra) desaparece, pero el cuadro avanza, y van apareciendo formas. Es un proceso muy interesante”, explica.

Algo similar ocurre con las telas, un objeto recurrente en muchas de sus obras. “Detrás de esas telas también hay una obsesión terrible y tensión mental. Puedo llevar semanas trabajando en algo, lo cambio, paso varios días pensando, hasta que de repente ya no puedo más y tengo que taparlo. Y el solo hecho de taparlo, ya genera una nueva imagen pero que tiene algo mágico, porque no solo representa el objeto que se observa”, señala el artista.

La aventura y el mar de Taitung

Otro aspecto interesante del trabajo del artista español es su idea de poner a disposición de la pintura y el arte dos instintos que posee el ser humano: el instinto de aventura y el de supervivencia. “Los cuadros a mí me piden mucha aventura, explica el artista. “Aunque haya una imagen bonita y que funcione como pintura, el instinto de aventura me pide más. Es como un viaje, y la supervivencia de la imagen se ve comprometida, va cambiando. Pierdes la imagen, pero te queda la aventura”, dilucida.

En medio de la sala de exhibición, un cuadro abstracto y sorprendente titulado Utopía, se diferencia del resto. Está hecho con la técnica de puntos. “Es algo que he introducido hace poco, porque en mi búsqueda de llevar la obra a un nivel de metapintura y que haya una historia genial, me di cuenta de que quizás sea algo imposible de alcanzar. Pero te vas dando cuenta de que la pintura es algo muy subconsciente y primitivo. Empecé usando pixeles, y luego inspirado por los aborígenes australianos comencé a pintar con puntos”, advierte.

Cada obra de la nueva colección de Trugeda es única y está marcada por el surrealismo. También transpiran la fuente de inspiración que ha encontrado durante su estancia en Taiwán, ya sean en forma de flores, montañas o el mar de Taitung. “Mis vivencias en Taiwán son ahora parte de mis cuadros, concluye.

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