Aprenda con Capablanca
El Medio Juego (2 de 3)
Para los lectores de esta columna que deseen elevar sus conocimientos del ajedrez es importante que conozcan los conceptos generales que le permiten desarrollar una partida correctamente. A tal efecto, hoy brindamos la segunda entrega del trabajo Aprenda con Capablanca, que está referida al Medio Juego como continuación de la Apertura y previa al Final de la partida.
El Medio Juego
Esta fase de la partida es la continuación de la Apertura. Una vez concluido el desarrollo y enrocado, debe analizarse hacia qué sector del campo enemigo debe enfilar la acción de las piezas.
El plan debe contemplar el ataque a las debilidades de la estructura contraria, sobre todo contra el flanco donde se encuentre el enroque; Para ello, el riesgo y el sacrificio de material se convierten en una norma.
En el medio juego, llevar la iniciativa en el desempeño de las acciones es una ventaja, y una vez alcanzada, debe mantenerse hasta lograr un ataque decisivo o una superioridad material suficiente para decidir la partida.
El jugador debe adaptar el juego a su personalidad ajedrecística y jugar de acuerdo a su estilo: si prefiere las posiciones abiertas a las cerradas y si tiene inclinación por el ataque o la defensa; atendiendo a su temperamento, algunas posiciones les serán más fáciles de jugar que otras.
Los conceptos para el Medio Juego se pueden simplificar en 7 puntos:
En esta fase de la partida lo más importante es la posición; espacio y tiempo son sus elementos principales. Toda ventaja material conseguida por mínima que sea, asegura el triunfo si estos factores son iguales.
2. Se debe coordinar la acción de las piezas, mantener su máxima libertad de operación y limitar la actividad de las del adversario.
3. Dominar el centro para poder atacar con éxito, directamente al rey contrario, empleando el mayor número de piezas posibles. La defensa tiene que ser rota a toda costa; una vez comenzado el ataque hay que llevarlo adelante sin pérdida de tiempo y con sacrificio material si es preciso. 4. Mantener en todo momento la seguridad de nuestro rey. No se debe ejecutar una acción de ataque si el rey es vulnerable a contrataques.
5. En el Medio Juego es más fácil atacar que defendernos. Recuerde que el contraataque es la mejor defensa.
6. Si tenemos necesidad de defendernos debemos tener presente la posibilidad de eliminar las piezas atacantes más cercanas al rey.
7. Es muy importante prever el tipo de final en que puede derivar la partida. Los cambios de piezas (simplificación) deben realizarse bajo este principio. No tema cambiar las damas y otras piezas si nos favorece llegar a un final superior.
Con estos elementos el jugador puede formarse un juicio sobre el Medio Juego y tener una idea de cómo proceder una vez terminada la Apertura; de su parte queda la imaginación y creatividad para generar el plan de juego a seguir.