Música
Cómo el K-Pop se convirtió en emblema global
Hallyu es un término asiáticol que en español significa “Ola coreana” y hace referencia al impacto y crecimiento de la cultura de Corea del Sur a nivel global.
Según la organización sin fines de lucro “Fundación Coreana”, en el 2019 el mundo tenía 89 millones de fans de la cultura de Corea del Sur o Hallyu.
Estaban distribuidos en 113 países; 70 millones de Asia y Oceanía, 11.8M en América y 6.6M en Europa.
Hallyu es un término asiáticol que en español significa “Ola coreana” y hace referencia al impacto y crecimiento de la cultura de Corea del Sur a nivel global. Esta abarca diversas áreas como la música, el cine, las series de televisión, gastronomía, deportes y belleza.
Los motivos de su desarrollo son económicos. Corea enfrentaba las consecuencias de la crisis financiera de 1997 y, en busca de soluciones, negoció con el Fondo Monetario Internacional. Este país se comprometió a impulsar la industria informática y la cultural con la creación de la Ley de Promoción de las Industrias Culturales de 1999 por el presidente Kim Dae-Jung, en donde destinaba el 1% del presupuesto para fomentar la industria del entretenimiento.
Otro factor que sirvió de empuje era el temor a la influencia japonesa. El consumo de medios de Japón estaba prohibido hasta 1982. Siendo estos ya populares en el mercado negro, el gobierno no quería perder su identidad como nación al permitirlos para que no aumentara el favor del público al otrora país invasor.
“Corea ha enfrentado una tarea particularmente difícil en crear una imagen nacional positiva pese a un desarrollo económico espectacular y exitoso (Elfving-Hwang, 2013; R. Kim, 2011). Bajo esta circunstancia, el gobierno ha desarrollado el crecimiento de Hallyu, principalmente porque “la cultura popular se ha convertido en un recurso potencial importante de la diplomacia de poder blando, colaboraciones transculturales, diálogos y luchas para ganar el corazón y mente de las personas”, (Kim & Jin, 2015).
Debido a que la cultura coreana abarca un gran número de ramas, nos concentramos en uno de sus pilares: el K-Pop, y cómo fue su poularización mundial.
Las grandes tres YG, SM y JYP conforman el “Big 3” o “Las grandes tres” del K-Pop. Sin embargo, BTS, el grupo coreano más famoso a nivel mundial, pertenece a la compañía Big Hit Entertainment, fundada en 2005.
Vídeo de la historia del K-Pop
https://www.youtube.com/watch?v=u_mX-84690c&feature=emb_title
Los sociólogos Macionis y Plummer explican que las tradiciones musicales de las culturas locales son invalidadas por el dominio del occidente e incluso esto puede ser visto como una nueva forma de colonialismo. Es por tal razón que para algunos resulta sorprendente que un grupo con letras en coreano y que, en mayoría no habla inglés (solo el líder, Kim Namjoon, domina el inglés fluidamente), lograra entrar y destacarse en el mercado occidental.
Es cierto que este género tiene influencias de la cultura americana (en especial la afroamericana), pero las han adaptado a sí mismos en un proceso que los sociólogos definen como “glocalización”.
Este término lo acuñó Roland Robertson en 1992. Explica que cada localidad se ve influenciada de alguna manera con el contexto global mediante cambios sociales y económicos. En el caso de la música pop coreana, su respuesta ante la industria americana fue acomodarla y crear su propio género, al mantener elementos locales esenciales como lo es su idioma.
Impacto global de BTS
https://anchor.fm/rubi-morillo/episodes/Impacto-global-de-BTS-ekn02m/a-a3fc67i
Esto a su vez se convierte en un proceso de hibridación cultural, en particular musical, donde se mezclan elementos locales con otros globales. Una de las primeras manifestaciones de esto fue la artista de SM Entertainment, BoA. Su objetivo era apelar al mercado internacional, incluyendo en su música parte de la cultura americana y de la japonesa. También está el caso de Seo Taiji y The Boys, quienes fueron los primeros en introducir el hip hop a la música coreana y Day6, los cuales tocan rock.
Para el mundo Otra de las formas en que se manifiesta la globalización del K-Pop es a través de la inclusión de ídolos internacionales. En un principio sólo habían artistas coreanos, pero mientras la industria creció jóvenes de otros países empezaron a integrarse.
En la actualidad algunas compañías utilizan las redes sociales y plataformas online para realizar audiciones globales. Esto da la oportunidad a cualquier persona de exponer su talento y formar parte de esta industria sin importar su lugar de residencia.
Por último, otro aspecto de la globalización que podemos identificar en el K-Pop es la comodificación. Esto consiste en transformar elementos de la vida en mercancía para vender. “La cultura hoy en día es considerada una mercancía; algo que se puede vender y exportar e incluso puede atraer a más personas a venir y creen más beneficios en especial en la sociedad globalizada de hoy en día”, (Fitratullah, 2018).
Esto se manifiesta en la industria musical a través de la venta de boletas para conciertos, CDs, merchandising o fan merch, por mencionar algunos de los más tradicionales. Sin embargo, lo que destaca a la industria coreana son sus álbumes.
Los CD’s de KPop suelen incluir pósters, photo cards sorpresa (tarjetas de fotos), stickers y un libro de fotos. Cabe resaltar que el empaque es distinto a lo común, tienen un diseño delicado y estético. Esto hace que los fanáticos se vean más atraídos, quieran comprarlos e incluso coleccionarlos.
“A través de técnicas de marketing han creado una necesidad en el consumidor y han persuadido al público a través de sus canales de comunicación sobre la importancia para los fans de adquirir este servicio”, dijo Rosanner Tineo, experta en marketing. Es posible que al final estas personas no escuchen tanto el CD en físico debido al crecimiento de las plataformas de streaming, pero el producto despierta emoción lo cual hace querer adquirirlo.
Gracias a la globalización, el K-Pop atravesó las fronteras de Corea del Sur para convertirse en un fenómeno mundial. El gobierno aprovechó la economía naranja y el poder blando al ver potencial en el talento de su país de convertirse en un producto cultural y despertar interés en su país. Esta es la fórmula que les funcionó para llegar a lo que son hoy y las estadísticas apuntan a que seguirán creciendo.
Datos de la autora Rubí Morillo es estudiante de Comunicación Social y Medios Emergentes en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec). Este artículo forma parte de las prácticas realizadas en la clase de Periodismo Digital.