Letras

Lanthimos y Filoppou: Reducido a lo esencial

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Fernando GonzálezSanto Domingo

Yorgos Lanthimos hace unos años fue uno de los directores en tendencia por “La favorita” (2018), la cual le valió a Olivia Colman el premio Óscar a Mejor Actriz. Sin embargo, si nos dirigimos a lo más elemental en su filmografía y guionismo, notamos una estructura distinta.

Con alardes de estilo, “Colmillo” (“Canine”, 2009) destaca como un cine de corte minimalista hasta el absurdo. Situaciones incómodas y una familia disfuncional resultan ser una alegoría precisa a los procesos dictatoriales en la historia.

La cinta termina concluye como pieza esencial, extraña pero original. Si bien es muy abstracta para ser una película, la esencia se intuye a través de los personajes sin nombre.

Sin pretensiones y de plano impredecible, “Colmillo” se transforma en una fábula abierta a la interpretación a través de su lenguaje no directo y un proceso de corte existencialista.

Se evidencia cómo el lenguaje se reduce a un arma de control mental, en el cual nos exponemos a una mentira convertida en verdad. “Zombi” ahora significa flor de color amarillo; “Mar” es un sillón, etc.

Cuando Lanthimos y Filoppu reducen la esencia, el poder de interpretación queda a nuestra discreción.