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El ajedrez duerme en colegios y escuelas

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Nelson Pinal Borges, MI & FIDE TrainerSanto Domingo

El Ajedrez es algo más que un juego. Es una diversión intelectual, que tiene algo de arte y mucho de ciencia. Es también un medio de acercamiento social e intelectual; el Ajedrez es en el orden intelectual lo que el deporte en el orden físico; un medio agradable de ejercitar la parte del cuerpo humano que se desea desarrollar. Además, desde el punto de vista social, los iniciados tienen el resto de su vida una diversión útil para pasar alegremente muchas horas, y sirve como pocas cosas en este mundo para distraer y olvidar momentáneamente las preocupaciones de la vida diaria. J. R. Capablanca, ex -Campeón Mundial.

Es penoso que en la República Dominicana no se ejecute una política de Estado para definitivamente contemplar el Ajedrez como una materia docente más. Existen proyectos por llevar a la práctica esa idea, pero tal parece que engavetados y durmiendo una interminable siesta, porque en la realidad, la práctica/docente del Ajedrez está desaparecida en la mayoría de los planteles educacionales del país.

En Santo Domingo, en los pocos colegios privados o escuelas públicas donde se dan jaques, es por iniciativa propia de directores amantes del Ajedrez o conocedores de los beneficios que el mismo reporta en la formación intelectual de los niños y jóvenes. Esos son casos aislados que representan ejemplos a seguir, incluso por instituciones privadas de gran prestigio social pero que no cuentan con el Ajedrez como una materia educativa y si acaso, lo tienen como un deporte opcional atendido por un profesor de otro deporte o de educación física con mínimos conocimientos del Juego Ciencia.

A nivel mundial el Ajedrez gana cada día más seguidores e importancia dada sus cualidades de ser algo más que un juego y una diversión intelectual que proporciona satisfacción competitiva; también aporta diversos beneficios a sus practicantes; investigaciones recientes permiten afirmar que el mismo ayuda a retrasar la aparición de la enfermedad neurodegenerativa llamada mal de Alzheimer. Asimismo, en los últimos años se manejan hipótesis acerca de la utilización del Ajedrez como patrón para tomas de decisiones en determinados procesos económicos.

Nuestros niños en edad escolar no están aprendiendo a razonar en los cursos básicos de educación; esto es así porque el sistema de formación del educando fomenta la memorización más que la capacidad de análisis. La mayoría de ellos presentan poca estimulación de lectura, comprensión, expresión, y redacción de textos en todas las áreas curriculares.

Para el estudiante promedio dominicano pensar creativamente le resulta aburrido; esto trae como consecuencia que los futuros profesionales formados en la rutina de la repetición no contarán con las herramientas necesarias para triunfar en el mundo laboral.

Una nación que no esté formada para el pensamiento creativo, está condenada a permanecer en el subdesarrollo; al tal efecto, se impone la aplicación de algún método que capte la atención de los niños, manteniéndolos entretenidos mientras su cerebro se acostumbra al análisis.

No hay dudas que la práctica del Ajedrez es un método adecuado para conseguir estos objetivos ya que constituye una herramienta educativa y placentera que ayuda a los niños y jóvenes a resolver sus problemas cotidianos. Utilizar el Juego Ciencia como tal, es contribuir con el desarrollo presente y futuro de la sociedad ya que se estarán formando personas con un nivel de inteligencia superior, capaz de adaptarse a los cambios siempre latentes de un mundo complejo donde el aprendizaje es permanente y necesario.

Colocar el Ajedrez al servicio de la educación no sólo tiene como finalidad desarrollar el arte de pensar sino también de cultivar valores. Dado sus beneficios, es un escenario ideal a través del cual el maestro puede continuar la sana construcción del mundo interno de los niños. Por demás, el Ajedrez, que tiene un enorme potencial educativo y formativo, puede actuar como canalizador de un importante número de aspectos de carácter psicológico, de formación de la personalidad.

La práctica del Ajedrez ayuda considerablemente en el proceso evolutivo mental del niño, aumenta la capacidad de cálculo, desarrolla el razonamiento lógico. Estimula la imaginación creadora, fortalece la concentración mental y contribuye notablemente a formar el espíritu de investigación y de inventiva y activa el dinamismo de la memoria. Asimismo, despierta y agudiza el sentido crítico, crea hábitos positivos en la esfera del pensamiento: disciplina mental, razonamiento, memoria, investigación, análisis y síntesis.

Por ser una actividad mental donde convergen factores creativos, artísticos, científicos y deportivos, el Ajedrez se ha extendido en todo el Universo y se han hecho interesantes ensayos en las escuelas para estudiar la relación existente entre el Ajedrez y la educación con resultados muy positivos, los cuales fundamentaron la tesis acerca del Ajedrez como un valioso auxiliar en el proceso pedagógico en todos los niveles y aplicable en todas las áreas educativas.

Otro punto muy favorable para la enseñanza y la práctica del Ajedrez es que puede ser una actividad que contrarreste la adicción a la amplia gama de juegos cibernéticos que tanto daño están haciendo entre los niños y jóvenes, los cuales se convierten en autómatas sin signos de concentración y razonamiento lógico en el quehacer diario.

Desde ya hay que despertar a las instituciones estatales relacionadas con la educación y el deporte para que asuman como política la inclusión del Ajedrez y así formar mejores estudiantes los cuales posteriormente se convertirán en trabajadores más eficientes para bien del país.

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