Ventana

Crítica

Althaus: el arte de ser imprescindible

Fernando GonzálezSanto Domingo

Tuve la iniciativa de presenciar la obra “Efímero” (2018), escrita por Mariana de Althaus, y dirigida por Lorena Oliva, directora de la escuela-grupo de teatro Teatro Alternativo. Poco después leí la obra “En esta obra nadie llora”, la cual aunque era absurda en la superficie, en realidad fue un mensaje perturbador y a la vez esperanzador para los artistas o las personas con sueños sobre sus primeros intentos. Hoy se hablará sobre cómo la dramaturga, durante toda la obra de “Efímero” y “En esta obra nadie llora” termina por tener un estilo distinto e impredecible.

Cuando se lee sobre Beckett, García Márquez o Cortázar se tiende a hablar sobre el tipo del absurdo, es decir, los “giros de tuerca” con los cuales la vida tiende al sobresalto, o en su defecto, lo que es su propia esencia de la vida. Sin embargo, la escritora checoesloca Mariana de Althaus refleja estos temas tan complicados de manera distinta.

A través de situaciones absurdas (por ejemplo, toda una obra se cae en menos de quince minutos o, alguien que busca a su gato se da cuenta al final de que se trata de un escape personal), la dramaturga toca temas profundos y a la vez simples que nos dan dolores de cabeza. Reconociendo su absurdo, muestra las diversas aristas con estilo impredecible.

Cuando disfruté la obra “Efímero”, no pude evitar sentir dolor de cabeza al intentar predecir todo lo que sucedía, para después darme cuenta de que esta obra no era tradicional. Podría llegarse hasta el punto de que es básicamente un giro de tuerca para encontrarnos a nosotros mismos, en un páramo en donde nos exigen ser otros, con la finalidad de cumplir con un molde o una etiqueta.

Con de Althaus, nos damos cuenta, del arte de ser impredecible.

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