No les guardo rencor, papá, de René Rodríguez Soriano

“No les guardo rencor, papá” (Legados Ediciones, Madrid, 2019) de René Rodríguez Soriano es un título que me quedaba por leer del prolífero narrador. No posee un prólogo, pero sí muchas citas interesantes cuyo trabajo es introducirte al tema en cuestión de una manera sutil e ingeniosa. “No puedo decir que la causa de la dictadura sea ustedes ni mucho menos, pero ciertamente no lo es nuestra puesto que la encontramos en el mundo al venir a él” … Frase tomada precisamente del diario de Johnny E. Puigsubirá Miniño, uno de los mártires de la expedición en la que se inspira el libro en cuestión.

Más elocuente no puede ser el tema. No obstante, lo que se incluye constituye una secuencia de hechos muy duros secundados por pensamientos y convicciones humanas. Hay muchas formas de leer un texto. Algunos por la conceptualización y otros por los mensajes que reciben los sentidos, la intención del escritor y el mensaje que finalmente llega al lector, no siempre son lo mismo. Pero ¿qué sucede cuando aflora la voz interior del narrador? Esa voz naciente de la historia y te lleva de la mano con la inocencia de un niño. Te rompe todos los esquemas y la lectura se torna apasionante.

“No les guardo rencor, papá” posee una vitalidad arrobadora y una prosa ennoblecida capaz de cautivar al leyente con un lenguaje sencillo. Nos deja un buen sabor de boca, los tres personajes protagónicos: Jorgito, Luisa y Manuel, cada uno en su rol dentro de un escenario convulso. Tal circunstancia enmarca al texto en un frondoso y seductor realismo. Hasta podría hablarse de un doliente relato que apela a la evocación desde todos los recodos del desasosiego. Incurre en la perplejidad y en la nostalgia como pocos materiales literarios. Las primeras hojas revelan la visión de un joven seducido por sus simpatías partidistas, como si la intención del escritor fuese la de permitir al lector entrar en el mundo y el punto de vista de un muchacho que actúa de acuerdo con sus convicciones políticas. Existe la denuncia de la dictadura como punto de partida. Dictadura política y otra familiar casi inmanejable con su propio padre. Está el diario de Arcadia que tenía un amor y todo aparece para plantar una huella en el tiempo

El título, “No les guardo rencor papá”, nos evoca el conflicto paterno entre Kafka y su padre, salvando desde luego las distancias. Kafka intentó resolver psicológicamente la penosa relación con su padre por medio de sus narraciones. Franz, mediante un personaje simboliza los aspectos bondadosos del padre y, por otro lado, la necesidad del reconocimiento. El angustiante mírame que estoy aquí. Utiliza para ello el instrumento indispensable de su literatura. En el texto de Rene Rodríguez Soriano, el medio de comunicación son las cartas y la radio que nos ubica con precisión en el hábitat Trujillista. Pero las distancias entre el progenitor y el hijo son las mismas que Kafka mantenía con su padre. Por cuanto no es de extrañar que un capítulo del libro de Rodríguez Soriano empiece con una frase de Kafka

Aparte de la denuncia política, la rebeldía e inconformidad de su personaje central, seduce el conflicto entre el padre y el hijo porque cada uno responde y obedece a su aprendizaje generacional. Las brechas son inmensas y la ceguera de ambas partes, también.

La manera articulada de escribir tiene movilidad propia, y se va de un personaje a otro y a un hacia dentro, y un hacia afuera de eventos y percepciones de las personas involucradas en los avatares de la dictadura. Cabe resaltar que es muy fluido si se escucha la voz de las emociones, donde el reproche del padre tiene esta rabia y a la vez nostalgia que censura el proceder del hijo. Es una forma de presentar dos personalidades opuestas, así como el odio y el amor que a pesar de todo se necesitan para seguir adelante. La intención de retomar el aspecto real que los une está el lazo familiar; a pesar de estar situados en los extremos de una misma realidad social es un elemento que mantiene la atención en el texto hasta la última página. Por lo cual, no deja de ser conmovedor e impactante como lo es la vida misma.