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Cine

Jugar a ser Dios

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Ángel Alonso DolzSanto Domingo

El caso literario más relevante hasta ahora, donde se relata la experiencia "científica" de dar vida a un cadáver o crear un ser viviente a partir de ensayos de laboratorio, es la memorable novela gótica del Siglo XVIII "Frankenstein", de la británica Mary Shelley; ésta a su vez se inspiró en la célebre leyenda griega de Prometeo, de quien se dice creó al hombre a partir de la arcilla, un principio similar al del Génesis bíblico.

Desde sus inicios, el Cine no deja pasar la oportunidad de llevar a la pantalla aquella literatura que mejor le convenga a sus intereses, sean artísticos, financieros, o la suma de ambos; de ahí que la obra de Mary Shelley esté presente en el Séptimo Arte desde 1910, en una producción de Thomas Alva Edison de 14 minutos con guión y dirección de J. Searle Dawley. Luego vendría una secuela que llega a nuestros días, con una incontable cifra de películas protagonizadas por el legendario monstruo reconstruido de una u otra forma.

En el panorama del cine actual hay filmes que, si bien no siguen la saga de Frankenstein en una versión modernizada, sí insisten en presentarnos ciertos experimentos que tienden a re-crear a un nuevo ser, quizás no muy humano pero sí pensante; muestra de este tipo de películas es la británica "Réplicas", realizada en el 2018 por Jeffrey Nachmanoff, con Keanu Reeves en el rol de un cotizado científico que intenta traspasar la conciencia de un ser humano fallecido a un cyborg inerte.

Como es bastante frecuente en los ambientes científicos, no siempre se logran los resultados esperados y es inevitable continuar invirtiendo tiempo y recursos financieros en nuevos intentos, algo que para el oscuro individuo que dirige el proyecto -administra los fondos- se traduce en que ha llegado la hora de cerrar; sin embargo, en ese ínterin la familia del genio que ve fracasado su último intento sufre un accidente y éste inicia una carrera inverosímil, no ya para insertar la mente de un ser humano en una máquina, sino para clonar a sus seres queridos.

La Ciencia sueña con devolver la vida a los muertos por diversas vías, una es la clonación, otra mantener cadáveres en estado de hibernación y aguardar un futuro desarrollado que permita volverles a la vida, sin descontar las investigaciones dirigidas a evitar no solo el envejecimiento, sino también la muerte; el asunto de la resurrección -tan verosímil para algunas religiones- hasta el presente no ha sido una victoria para nosotros los terrícolas, incluso habría que analizar el trasfondo de estos ensayos en caso de obtener buenos resultados, porque no parece factible que a alguien se le ocurra disponer de cuantiosos recursos para traer del otro mundo a los pobres, pero sí a los más favorecidos por la fortuna; y esto sería una desgracia porque entre estos últimos predominarían dictadores, genocidas y toda esa lacra que ha sido para la Humanidad el individuo omnipoderoso.

El aspecto moral del asunto en el mundo real no se asume demasiado en el filme "Réplicas", pasa al vuelo, inadvertido, sin apenas énfasis y la trama se distorsiona de manera catastrófica, en particular por la pésima actuación de Keanu Reeves en un rol que no se cree ni él mismo, sobre todo cuando ya la cinta está avanzada, ya que si de inicio hay aspectos que retienen la atención del espectador, en la medida que transcurre la historia cualquiera comprende que esta película es más que ciencia ficción un vodevil de feria.

Cómo creer que un sofisticado centro de investigaciones, con todos los recursos disponibles, puede sustituirse por el sótano de una casa con cuatro o cinco aparatos y una buena cantidad de baterías de automóvil, cómo confiar en que un súper profesional de la ciencia con su no menos brillante subalterno, sea capaz de alcanzar el éxito cuando en todo un edificio poblado de científicos no se ha dado un paso adelante que haya sido efectivo y al contrario, sucumben los proyectos. Es el colmo que ese súper profesional cuyos fracasos se suceden una y otra vez, logre compilar de un pestañazo los algoritmos procedentes para eliminar de la consciencia de unas personas recuerdos parciales.

En un momento del filme el realizador se saca de la manga el as de unos símiles de los "hombres de negro" y entran en juego persecuciones al estilo de las comedias de Keystone; en ese torbellino pugna por sobresalir el valiente y certero protagonista, quien debe luchar para rescatar a su familia de una muerte que ya ha sucedido.

De lo que pudo ser ciencia ficción, "Réplicas" transita por los caminos del suspense y el cine de acción; quizás todo pudiera haber permanecido en esos términos para complacencia de los amantes del llamado "cine de entretenimiento", pero las escenas finales son un verdadero fraude cuando vemos a un cyborg -el único que construyeron los atrezzistas de la película- vestido con un traje, de cuello y corbata, al frente de cuanto sucede en el centro de investigación.

Es curioso cómo Jeffrey Nachmanoff, director de respetables series como "Homeland" y "Chicago PD", ha sido capaz de cocinar este caldo con tantos ingredientes y luego carezca de olor, color y sabor; en este filme quiso que el protagonista jugara a ser Dios, pero eso siempre ha sido un reto inalcanzable por los seres humanos y tanto en el argumento como en la realización de esta cinta se corrobora. Por supuesto, es menester respetar a quien prefiera digerir este guiso y así no tener que exprimirse las neuronas ante una película que obligue a reflexionar.

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