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Cine

Secretos develados

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Ángel Alonso DolzGuijón, España

Quizás para muchos el filme del año 2017 “The Post” (“Los papeles del Pentágono”) no sea más que una película de Steven Spielberg, dirigida a destapar secretos guardados por varias legislaturas de los Estados Unidos y por supuesto, ese es su objetivo a priori como fenómeno, revelar las manipulaciones gubernamentales tendientes a mantener a la opinión pública con los ojos cerrados, ante la cruda realidad de un prolongado conflicto bélico.

Sin embargo, bajo el fenómeno subyace la esencia y al escudriñar con mirada objetiva el argumento, aparece la vertiente que el realizador propone como eje central del filme, la del rol que ejerce el periodismo como adalid en la defensa de los derechos y las libertades, esa premisa que le ha hecho ser reconocido como el Cuarto Poder.

“The Post” más que una cinta de ficción es una historia muy real.

La Guerra de Vietnam es el contexto argumental, aunque la acción no se desarrolla en los escenarios de combate, sino en la sede de uno de los diarios más relevantes de Estados Unidos, The Washington Post; su punto de partida se plantea en las revelaciones que publicó el 13 de junio de 1971 otro periódico -The New York Times- dejando al descubierto información secreta sobre las operaciones que las tropas estadounidenses en el sudeste asiático venían desarrollando durante varias décadas y que, como es conocido, culminó en derrota con una cifra reconocida de más de 58 mil bajas norteamericanas.

Es de destacar que tanto el New York Times -de amplia distribución en norteamérica y el extranjero- como The Washington Post, el principal diario de la capital de los Estados Unidos, tienen en su haber varios premios Pulitzer que no son otorgados sin que existan razones que lo justifiquen, y los hechos narrados en este filme son motivos muy válidos. La historia del destape de secretos en “The Post”, refleja cómo el Gobierno respondió al primero de ellos suspendiéndolo temporalmente y qué sucedió en los entresijos del The Washington Post al ver la paja en el ojo ajeno, cuando está en juego algo tan importante como es para un diario dar el “palo periodístico” que hará rebosar sus arcas, tanto como la paradoja de ser objeto de censura y quizás, hasta de ser llevado ante los tribunales.

La guerra dentro de la película se desarrolla por batallas en la sede del Post; al frente de las tropas está el Director Ben Bradlee (Tom Hanks), capaz de jugárselo todo en aras de la moral no sólo de su diario, sino de los ciudadanos de su país; el contrapunto lo representa la principal ejecutiva y heredera del fundador, Katherine Graham (Meryl Streep) una mujer timorata, ajena a las estrategias y sujeta a un Consejo integrado por individuos que la consideran el jarrón ornamental del negocio. Pero un periódico no es solo un medio de vida, es sobre todo un instrumento para la defensa de ideas y si algo se ha tenido siempre como bandera en la psiquis de los norteamericanos, es su concepto ideal de Democracia, en el cual la prensa juega un rol determinante.

¿Estos documentos -supuestamente secretos de Estado- debían mantenerse fuera del conocimiento de los ciudadanos por pretendidas razones de causa mayor…? En tales momentos el edificio del Washington Post se removió desde sus cimientos; durante muchas horas las contradicciones entre un modo de pensar con el estómago y otro con la conciencia del deber se debatían sin cesar y en medio de la contienda, indecisa, Mrs. Graham hubiera preferido que se la tragara la tierra, porque solo ella tenía el poder de dinamitar al diario… o provocar uno de los escándalos más famosos de los Estados Unidos.

El cuento de Caperucita es más que conocido; no por ello pierde interés, porque si bien sabemos que el lobo nunca llega a alcanzar sus intenciones, en cada versión de la historia encontramos motivaciones para escucharla o verla una y otra vez; de ahí que saber de antemano qué hallaremos en la película “The Post”, no implica que se le reste interés, porque éste reside en el desarrollo argumental de la trama y en las actuaciones; la historia que narra aparece hasta en libros. No mucho después de darse a conocer los famosos documentos del Pentágono, el Caso Watergate daba el puntapié al Presidente Richard Nixon; un cuento con final feliz como el de Caperucita, aunque en este caso de la vida real el resultado es serio y no fantasioso, ya que triunfó el derecho de la prensa a ejercer su rol como reflejo de la Verdad.

Siempre sorprenden las actuaciones de Meryl Streep; su capacidad para desdoblarse es uno de sus méritos, el otro que posee es el de convencer al espectador, hacer que desde la luneta no vean a la actríz, sino lo que representa y en este filme cuesta esfuerzo pensar que esa mujercita débil, siempre dispuesta a mirar hacia otro lado cuando aparecen los conflictos, pueda transfigurarse como si despertara de un letargo.

Con mucho tino ocupa el co-protagónico Tom Hanks, un actor que viene a ser como una especie de “hombre de las mil caras”; de su rol en “Filadelfia” (1993) al de “Náufrago” (2000)… sobran los ejemplos; lo que no tiene variaciones es su talento, demostrado una vez más aquí en la piel de Ben Bradlee, el editor inmerso en conflictos que exigen acertar o perderlo todo en el empeño.

Que muchos medios masivos dependen de intereses privados, cada cual con la tendencia que mejor le conviene, no es tan secreto como lo fueron los archivos del Pentágono; ser un órgano de prensa en nuestro mundo, es todo un reto para quien se reconoce como periodista y “The Post” amén de filme entretenido, donde se aplican los recursos del cine para amplias multitudes, es un homenaje a esos hombres y mujeres que saben evaluar que es más importante atrincherarse en la conciencia, que ceder a presiones; no por gusto ratificó el Tribunal Supremo de los Estados Unidos con fecha 30 de junio de 1972, que los mandatos para impedir la publicación de los papeles del Pentágono eran inconstitucionales.

“The Post” fue nominado al Oscar del 2017, como también lo fue Meryl Streep; obtuvo seis nominaciones a los Globos de Oro ese año, y el National Board of Review le otorgó su premio a la mejor película, el de mejor actor a Tom Hanks, y reconoció como mejor actriz a la incomparable Streep.

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