Columna
Mi discapacidad no es incapacidad
Busqué en el diccionario un sinónimo de discapacidad, y solo encontré el término incapacidad, pero difiero de ese simil, con todo el respeto que se merecen estas páginas que enriquecen el léxico. Tener una discapacidad no significa que seamos incapaces, es solo que tenemos que saltar un muro más alto que los demás para obtener el éxito, una desventaja que nos hace ser más aguerridos, una puerta cerrada que hace que aprendamos a salir por la ventana. Incapaz es quien pudiendo avanzar se paraliza; quien con retinas en los ojos, no ve lo bueno de la vida; ni con el sentido del oído, oye la voz amiga, aquel que con todas sus neuronas al día se retrasa en su pensamiento, y se limita conscientemente hasta inmolar sus sueños. Todos podemos participar y cambiar las discapacidades de una sociedad que carece de aptitudes como tolerancia, amor y cuidado a los discapacitados, que no son incapacitados, porque a pesar de las dificultades físicas, sensoriales o mentales, se esmeran en continuar y se exigen a sí mismos no ceder en el intento de triunfar.