INTERCAMBIO

Al estilo criollo

Un grupo de jóvenes tuvo la oportunidad de llevar un poco de la cultura de República Dominicana a Japón. En este reportaje, cada uno ofrece sus impresiones sobre lo que fue un viaje inolvidable.

  • Desde el Caribe. Durante Index 2013, la delegación dominicana se destacó en la conferencia tanto en las discusiones grupales como en las presentaciones artísticas.
Indhira Suero
Santo Domingo

Japón y  República Dominicana están separados por  diversas fronteras naturales, pero en esta ocasión una delegación de jóvenes logró vencerlas para llevar hacia ese país, ubicado en el este de Asia, una muestra de las tradiciones de este pedazo de isla.  Como parte de Index 2013, un programa de intercambio de la corona japonesa, el grupo pudo conocer un poco más sobre la Tierra del Sol Naciente.  

Luis Prieto
Japón 2013 fue el escenario en donde República Dominicana hizo su debut, presentando sus valores humanos, sociales y culturales. Viajamos diez individuos a Japón, y regresamos una familia. Pues allá comprendimos lo importante de ser cálidos en el trato, solidarios y atentos al bienestar colectivo; conocimos la verdadera belleza dominicana. No es necesario viajar para entenderlo, pero una vez estando allá, frente a una culturatajantemente diferente, valoramos y quisimos más a la cultura propia.

República Dominicana ha sabido mantener sus costumbres más vernáculas, y su delegación dio fe de esto al momento de hablar y compartir sobre temas tradicionales de nuestro país durante el programa del Index 2013. La delegación, tan heterogénea, supo conjugar múltiples especialidades académicas y profesionales con un amor a los valores patrios y a la cultura más típica dominicana.

Realmente hubo un intercambio cultural por aquellas latitudes. Y la delegación dominicana selló su legado, dejando sonrisas, curiosidades, ánimos y lágrimas emotivas.  

Michael Michel
Desde pequeño he seguido la cultura japonesa a través de los programas de televisión que daban en el canal 4 y los dibujos animados (Anime). A medida que iba creciendo, y veía estos programas, fue creciendo mi interés por la cultura japonesa hasta llegar a un punto de admiración profunda por la misma, y decidí practicar artes marciales (Kendo) para profundizar más sobre esta cultura y también para mejorar mi actitud física y mi espíritu a través de esta arte marcial.

Yo tenía la idea de que los japoneses eran estrictos y que para una persona como yo era difícil aproximárseles, pero la realidad fue otra. Tras la visita a Japón descubrí lo cordiales, amables y cálidos que son los japoneses. Siempre nos recibían con sonrisas y muchas atenciones.

En nuestro grupo de cultura nos enfocamos en lo que la juventud podría hacer para preservar las tradiciones de nuestros países. Esto es muy importante, ya que si no hay quien continúe las costumbres se perderán y en el futuro no se podrán conocer todas estas magnificas manifestaciones culturales que yo tuve la dicha de conocer. Si antes me gustaba Japón después de conocerlo ahora me gusta más.

Enmanuel Ortega
Un viaje a Japón representando mi país en una delegación ha sido una experiencia impresionante, fuimos divididos en distintos grupos, uno de ellos fue “Medio Ambiente” donde dimos a conocer las problemáticas de distintos países, para en conjunto analizar posibles soluciones.

En la maravillosa ciudad de Toyama recibimos clase de caligrafía e instrucciones del idioma Japonés, y también vivimos una de las experiencias que marcó nuestras vidas “homestay”, en la cual tuvimos la oportunidad de intercambiar filosofía de vida, comidas y costumbres con familias japonesas.

Cristal Marie
En Japón, tuve la maravillosa oportunidad de cantar bachata, baladas, y merengue, en Narita, Tokyo, Yokohama, Kanazawa, Toyama, Takaoka, y Tateyama, lugares con los que solo soñaba. Hasta canté a dueto con Sam Soulasith Sixanon, una estrella pop que pertenece al grupo Xtreme de la delegación de Laos. Él me enseñó como saludar en Lao (¡ Sabaidi!) y yo le enseñé como hacer lo mismo en buen dominicano (¡ Ey, Que lo qué!). Me sentí sumamente orgullosa de mi cultura en esta experiencia, sobre todo cuando hablé de nuestra música con su Majestad Imperial el Príncipe Naruhito, y hasta compartimos risas cuando le expliqué como había que moverse pal’ merengue (con el swing en las caderas).

Y ese legado de nuestro ritmo, nuestra alegría, y la energía acogedora que nos caracteriza, estuvo presente durante todo el viaje. Fue un placer compartir con jóvenes líderes de nuestro país y crear una especie de familia global.

Aprendimos mucho juntos. Uno de los momentos más memorables para mí del viaje fue andar por la ciudad de Kanazawa en bicicleta, escuchando el pulso urbano del área y compartiendo con la juventud local. Además, ¡no hay basura en ningún lado!

Crystal Fiallo
Bailar bachata, merengue y dembow en Japón hizo que República Dominicana conquistara las ciudades visitadas y despertara las caderas de cada uno de los miembros del público. Disfrutar de la alegría que contagiábamos y las expresiones de los rostros de los espectadores al vernos bailar felices y con pasión en la presentación artística me robo ‘todos los chelitos’.

Por otro lado, las discusiones sobre el rol de la educación para generar líderes globales y la necesidad de actuar local y pensar global fueron temas que desataron debates interesantes y fueron el centro de las reflexiones de todo el programa. En conclusión: Las acciones locales siempre deberán partir del análisis global sin afectar la cultura de los pueblos.

Merybell Reynoso
En Japón conocí el “omotenashi” o el corazón de la hospitalidad japonesa. Cada vez que nos íbamos de una ciudad llorábamos junto a los japoneses, en agradecimiento a todo su cariño y sus atenciones y teníamos una ligera tristeza porque las personas que dejábamos atrás, pero como dice el viejo dicho japonés Ichigo-Ichie (que resalta la importancia de vivir cada momento, porque no se repite) atesoraremos por toda la vida nuestro maravilloso encuentro con la gente de la tierra del sol naciente.

Miki Sato
Como nikkei (descendiente de japoneses) sentía duda porque no sabía si iba a encajar en Japón. Cuando llegué recibí el cariño y la amabilidad de todo el mundo y supe que había llegado a mi segundo hogar, después de República Dominicana.

Ivanna Read
Los días en Japón han terminado, pero cada una de las cosas que aprendimos de su gente, su cultura milenaria y forma de ver la vida influiran en las acciones que a partir de ahora tomemos como líderes globales.  Fue necesario emprender un viaje hacia el otro lado del mundo para entender la filosofía “Ichi-go Ichi-e” que nos recuerda la importancia de atesorar cada momento pues las oportunidades no se repiten.  

Este programa nos unió no solamente con Japón, sino también con jóvenes de distintos paises, abriéndonos las puertas a un mundo sin barreras culturales donde las diferencias se convierten en fortalezas.

Valerie Fabián
Ishikawa, para mi es sinónimo del sitio ideal para vivir, con un valor histórico increíble, donde la gente es amable, servicial y divertida. Donde cada rincón fue posiblemente la casa de un samurái, conservando así su tradición yendo a la par con la modernidad que la envuelve. Fácil de recorrer en bicicleta o a pie como hicimos nosotros, y donde manejar es lo más sencillo que hay. Sentía que tenía años viviendo allá cuando solo fueron cuatro días.

Leidy Blanco
En nuestro debate en el comité de educación nos enfocamos en un tópico muy neurálgico: ‘’Como promover el liderazgo entre los jóvenes (How Foster Young leaders)’’, compartiendo ideas con jóvenes de países como República Democrática Popular Laos, Reino Hachemita de Jordania, Cambodia, Republica de Lituania, Japón y Perú; regiones culturalmente muy disímiles, pero a pesar de nuestras diferencias compartimos el mismo sentimiento y el mismos interés de fortalecer la juventud de nuestros países y contribuir a una sociedad global a través de la educación.

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UNA MIRADA A JAPÓN

El programa internacional de intercambio y juventud 2013 es una iniciativa de la corona japonesa que inició en 1994.

Bajo este plan, 60 jóvenes de seis países son invitados cada año a visitar el Japón por 16 días para participar de una Conferencia Internacional de Juventud y luego de otros programas en Tokio y otras ciudades de dicha nación. Allí forman parte de discusiones con la juventud local y experimentan la cultura tradicional japonesa, de visitas institucionales y de “homestay” (vivir con una familia japonesa por tres días). En esta ocasión, los países invitados fueron República Dominicana, Lituania, Jordania, Perú, Laos PDR y Camboya.