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REINVENTAR LAS EDITORIALES

Retos de la literatura

CADA VEZ QUEDAN MENOS EDITORIALES DE HABLA HISPANA, LO QUE SUPONE DIVERSOS DESAFÍOS PARA LOS AUTORES LATINOAMERICANOS. EN EL CASO DE REPÚBLICA DOMINICANA LOS ESCOLLOS SE MAGFNIFICAN A NIVELES IMPACTANTES

Tres reconocidos autores dominicanos examinan la situación de las editoriales en el país. En cada una de sus respuestas se evidencia que la mayoría de las veces, en RD el escritor debe “hacer lo imposible” para publicar una cantidad de libros que, después de mucho esfuerzo “termina regalando a familiares, amigos y periodistas culturales”, sin obtener mayores beneficios. Ante esta realidad, identificar los distintos aspectos de la problemática puede ayudar a que se apliquen políticas culturales que definan el camino más adecuado para solucionar ese mal, que afecta al mundo literario. Pastor de Moya: “No hay políticas claras” ¿Están en “vías de extinción” las editoriales de habla hispana?Su pregunta, de modo inicial, me remite más al mundo jurásico que al hecho concreto del descalabro editorial. Nada se parece más a un dinosaurio que un funcionario de la cultura local. El desprecio de la clase política por la autenticidad de la cultura y su preferencia por la imitación y la farándula han cumplido su promesa de llevar a la quiebra a los verdaderos actores de este sector: libreros, editores, impresores, autores, diseñadores, promotores... Los ejemplos abundan y están a la vista de todos. Grandes consorcios hispanos como Planeta y Norma hicieron lo imposible por establecerse en el país, pero se la pusieron tan difícil que no tuvieron otro remedio que marcharse. ¿Qué retos enfrenta un escritor que desee lanzar un libro al mercado?Desde convertirse en un mendigo vendiendo y empeñando cuanto tiene para poder autopublicarse o apelar al insistente ruego y piedad de un amigo nombrado o con influencia en el gobierno. ¿Deben los escritores dominicanos financiarse sus libros?Ya dijimos que en este país los escritores no cuentan con ningún apoyo. No hay políticas claras, basadas en la pluralidad y la calidad. Hablo, aquí, de políticas públicas y de las pocas privadas que todavía agonizan. No hablo de los escritores de la nómina electoral ni de su “coro” de allegados. ¿Cómo se pueden “reinventar las editoriales” en RD?Hay que redefinir la visión que tiene el Estado, el gobierno y la clase política sobre la cultural y la educación. Las editoriales son una industria cultural. ¿Cómo podría mejorar la penosa situación de los agentes del libro y la cultura con una política impositiva y clientelar? Diógenes Céspedes: “El escritor debe financiarse” ¿Es cierto que ya “no hay ediciones ni de 500 ejemplares”?Los dueños de imprenta te aconsejan que tires primero 500 ejemplares a ver cómo te va. Y si se venden, cosa que no ocurre, ir tirando ediciones a medida de la demanda. Conozco caso de autores que, por razón de sus finanzas personales, comienzan con 300 ejemplares y siguen el curso de las ventas para futuras ediciones. Somos diez millones de habitantes, de los cuales un 30% son analfabetos, otro 20% analfabetos funcionales y el otro 49% que no lee, apenas los libros escolares o universitarios, si es que llega a realizar la educación superior. En ese 1% restante están contemplados los escritores, intelectuales, periodistas, políticos, empresarios, gente de las iglesias. Los escritores no leen las obras de sus colegas, salvo si hablan bien o mal de ellos, pero como castigo a tal osadía, los afectados fotocopian la parte que les interesa y se defienden del “ataque” a través de los medios donde tienen amigos. Recuerde la frase proverbial de Héctor Incháustegui Cabral, quien en plena Era de Trujillo dijo que en este país “ni la censura lee”. ¿Qué retos enfrenta un escritor que desee lanzar un libro al mercado?Ninguno. Sólo tiene que poner su dinero para publicar su libro. Termina regalando a familiares, amigos y periodistas culturales la mitad de la edición y dedicar con elogios cada libro, porque si no, los agraciados se ofenden, aparte de que no lo leerán. ¿Qué opinión le merecen las editoriales independientes o culturales?No existe nadie que sea independiente en una sociedad, se trate de un sujeto individual o colectivo, como es una editora, que entiendo es a lo que usted se refiere. Lo mismo vale para lo que usted presupone para las editoras culturales. Examine los capitales y la composición social de los miembros de esas editoras independientes y culturales y constatará que algún baile político bailan. Y si son digitales, son por lo general cosas de amigos, por intereses o filiación ideológica. ¿Cómo se pueden “reinventar las editoriales” en RD?La globalización se las llevó de paro. Se deben digitalizar las obras y colocarlas en la Internet, como estoy haciendo con las mías, que las subo a Amazon.com. Manuel Núñez: La calidad es un detalle elemental ¿Existen los derechos de autor para los escritores de RD?Claro que sí. Como país hemos tenido que aplicar severas persecuciones contra la piratería. La legislación atañe a los productos culturales: películas, música, libros; pero también a los productos industriales: medicamentos, formulas químicas, etcétera. Hay una enorme cantidad de intereses económicos que, al firmar nuestro compromiso con DR CAFTA ha permitido un monitoreo constante del cumplimiento de esas leyes. Los derechos de autor de los escritores suponen que sus herederos pueden usufructuarlos durante 50 años, tras lo cual pasan al dominio general. Imagínate la cantidad de autores importantes que ya han pasado al dominio público, y que no se hallan cubiertos por derechos. ¿Qué opina sobre el mercado editorial dominicano?El mercado editorial en el país tiene varios escollos. El primero, y lo está venciendo poco a poco, es la internacionalización. Las ediciones dominicanas solo comportan 1000 ejemplares, y a veces los libros sobran. Aunque el reto más elemental de nuestros escritores es la profesionalización y la calidad. ¿Cómo introducir las nuevas tecnologías al mundo editorial en RD?Las nuevas tecnologías, es decir, la edición digital, ya están con nosotros. Por razones de costos debería ser el camino que hay que trillar primariamente para los autores noveles. Hay editoriales que divulgan por Internet las obras de autores que las personas encargan por pequeñas cantidades, sin embarcarnos en ediciones que permanecen hasta 20 y 30 años en la trastienda de las librerías o durmiendo en los anaqueles de una biblioteca pública. ¿Faltan más propuestas editoriales?El problema nuestro no es la falta de editoriales, es que debemos tener un mayor volumen de producción. En Haití por ejemplo hay novelistas que publican en el mercado francés, canadiense, estadounidense, y solo hay dos o tres imprentas importantes. Los creadores haitianos, que son muchos, envían sus producciones a las grandes editoriales, y logran, finalmente, publicar sus obras. ¿Cómo se pueden “reinventar las editoriales” ?Aquí hay muchas imprentas. Pocas editoriales. Es un oficio reciente en el país; no hay que reinventarlo.

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