Ventana

CARAS DEL CARNAVAL

El sastre

ÁNGEL FIDELIO JORGE: “ESTOY EMBARAZADO DEL CARNAVAL, LLEVO ESTO EN LA SANGRE”

Ángel Fidelio Jorge (Fillo) empezó a coser en el carnaval hace 35 años. Hoy día los trajes que elabora se han convertido en un punto de referencia para todo aquel ‘diablo cojuelo’ que desee lucirse mientras desfila. ‘Fillo’ asegura hace trajes por el orgullo de ser vegano y esa es una de las primeras muestras del amor que demuestra hacia la tierra que lo vio nacer. Porque más allá de todo este sastre adora su ciudad y su gente: por esa razón está dispuesto a defender y trabajar por el carnaval. ¿CÓMO EMPEZÓ SU INTERÉS POR LOS TRAJES? “Estudié un tiempo en una escuela, pero no terminé. Mi mamá era costurera y siempre la veía con una maquinita. Empecé haciendo pantaloncitos cortos y después los primeros trajes los hice de sacos de harina, tiñendo la tela y secándolos al sol. En el carnaval moderno tengo 29 años cosiendo”. ¿QUÉ OPINA SOBRE LOS TRAJES MODERNOS? “Los trajes de antes eran ligeros y sencillos con tela de satín y con menos materiales. Resultaban mucho más cómodos. Ahora piden que tengan mucho brillo, lame, lentejuelas y colcha para darle volumen, pero creo en un traje anatómico, que permita al diablo moverse”. En La Vega, el diablo cojuelo está perdiendo su esencia, ya no puede ‘dar vejiga’, parecen ´transformers’ y no me importan que me digan atrasado, creo en el diablo que lleva un traje colorido y con movimiento”. ¿CUÁL CARNAVAL ADMIRA? El de Brasil, pienso que como el carnaval dominicano se ha ‘veganizado’, el carnaval del mundo también se ha influenciado por ese país. Aunque creo que nuestro carnaval es único en el mundo por su integración. Los extranjeros no se explican cómo es que el vegano ama tanto el carnaval, pero es que somos celosos con lo nuestro. ¿QUÉ HACE ‘FILLO’ CUANDO NO HAY CARNAVAL? Trabajo decoración, mantelería soy suplidor de alquiler, reparación de muebles, decoración de apartamentos. ¿QUÉ ES LO DIFÍCIL DE HACER TRAJES PARA LOS DIABLOS? La pela que se coge, no es fácil. No me he acostado, terminamos un grupo ayer a las 10 de la noche y empezamos con el otro. Aunque estemos cansados tenemos que trabajar los detalles y la terminación. Me gusta que todo sea igual, soy muy delicado con eso. Las ideas viene temprano porque los veganos vivimos el carnaval, pero la fiebre es febrero pasa un tiempo muerto y de un pronto aparecen de golpe. Empecé el día 11 de enero, muy tarde, pero creo que referente a la cantidad de disfraces y grupos estoy sobre la marcha. Llevo 15 grupos hecho desde el 11 de enero y eso es un record porque hay grupos de 40 y 20 integrantes. El proceso es fuerte porque también trabajo para Bonao que es un cliente potencial mío, ellos están agradecidos porque le hago un trabajo que les permite diferenciarlos de La Vega. ¿CÓMO VISUALIZA EL FUTURO DEL CARNAVAL VEGANO? Espero un cambio, que se vuelva a las raíces del carnaval, que los diablos continúen con la tradición de burlarse de la gente y que no siga desfilando y ya. El diablo cojuelo tiene que ponerse los pantalones porque en vez de evolucionar hemos cambiado completamente. Lo dijo Dagoberto Tejeda y quisieron matarlo. En Santiago a pesar del paso de los años siguen siendo lechones, han evolucionado. Pero nosotros hemos roto el concepto de ‘diablo cojuelo’ y si no detenemos eso vamos a colapsar. (+) ¿DIABLOS O ROBOTS? Sobre los cambios en el traje de los ´diablos cojuelos’, el sociólogo Dagoberto Tejeda, el historiador César Arturo Abreu y el profesor Hugo Máximo Estrella ofrecen sus impresiones en el libro “Interrogantes del carnaval vegano, tres versiones”. Tejeda opina que “en los últimos años, ha habido un irrespeto y una violación a la tradición con la relación al traje ancestral de los diablos, que ha permitido todos los tipos de experimentación que no dejan de ser ‘profanaciones’…Es una fase de indefinición para caminar necesariamente a la definición de la identidad del traje del carnaval vegano”. Abreu considera que “los disfraces del diablo cojuelo han sufrido grandes transformaciones en los últimos años y sus innovaciones parecen no tener límites. Consideramos que esa dinámica renovadora es un indicio de que el disfraz es evolutivo”. Mientras que Estrella asegura que “en los primeros años del siglo actual, el diablo cojuelo vegano inicia la transformación del disfraz, de aquellos trajes sencillos, livianos para poder corretear, pasó al traje reformado, cargado de elementos foráneos para concitar el impacto, y a la vez realzar la figura del macarao”. Historia De acuerdo a Estrella la evolución del disfraz empieza a apreciarse a partir de 1950, cuando aparecen dos trajes desiguales a los tradicionales: “Uno de estos lo lucía el médico Fernando Gómez Yanguela, representando la figura de Mefistófeles, con su traje de rijo púrpura, completando la imagenpor un rabo en la parte trasera, convirtiéndose en el gran atractivo del carnaval de ese febrero”.

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