Grandes creadores del arte dominicano

Santo Domingo.- Cándido Gerón sabe hacer enciclopedias y monografías. Se ha especializado en el trabajo ordenador de nuestras artes visuales y en la literatura, con pericia y denuedo. Sabe que en ellas no solo se concentran la mirada y el talento, sino también la disciplina y la metodología. Cándido Gerón enjuicia, valora y ubica las obras en su justo lugar. Pero también busca las obras “de abajo de la tierra”. Sabe que tan importante como historiar, es mostrar. Por eso ha dedicado muchísimos años a rastrear dentro de colecciones privadas, tanto dentro como fuera del país, para ubicar las obras fundametnales de cada autor y, con la debida autorización de sus propietarios, reproducirlas en sus propuestas editoriales. Su trabajo no es crítico, sino erudito. Pretende voluntad, y logra escuela. Nuevo ProyectoCándido Gerón acaba de publicar un nuevo fruto de su labor fundadora. El tomo “Grandes creadores del arte dominicano”, llevado a tres idiomas, es un compendio que presenta algunas figuras fundamentales de las artes visuales dominicanas a partir de los respectivos contextos históricos donde se desarrollaron. Por eso ha tratado de explicar ese fenómeno desde la misma formación de nuestra nacionalidad: “La pintura dominicana nace paralelamente al proceso de la Independencia Nacional, el cual se origina en el año 1994, luego de que la República de Haití nos invadiera por espacio de 22 años. Pero aún con el germen de la nacionalidad, nuestro país siguió gobernado por caciques y caudillos, lo que, a lo largo de nuestra historiografía, fue formando el carácter del dictador y produjo también una imagen maniquea del autoritarismo que, asociada a la influencia foránea, no permitió que la nación se consolidara, el cual explica por qué un tirano como Rafael Leonidas Trujillo Molina permaneció 31 años en el poder. Esto explica también por qué los principales precursores de la pintura dominicana no pudieron pintar en sus lienzos esta realidad, debido a sus vínculos con los estilos neoclásicos y neorrománticos, en decadencia entonces en Europa, pero que en América Latina representaban un sistema de transformación estética”. El libro, dividido en tres capítulos e ilustrados con cientos de las imágenes más representativas de estos y otros pintores, analiza los temas relacionados con el nacimiento de la modernidad en nuestras artes visuales (1936-1942), sobre todo a partir de la llegada al país del exilio español y de la fundación de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Pero también son tres libros en uno, con fotos independientes y diagramación enriquecida con los textos traducidos. Cada versión idiomática es un libro en sí que concluye con una imprescindible biografía de cada autor. Gerón resalta dos generaciones alucinantes, combatientes y contradictorias en pleno siglo XX. Hace una justa parada en la etapa de consolidación de la pintura dominicana moderna y la incidencia en ella de artistas como Paul Giudicelli, Gilberto Hernández Ortega, Clara Ledesma, Eligio Pichardo y los escultures Gaspar Mario Cruz y Luichy Martínez Richiez. No se olvida Gerón de otros grandes maestros como Darío Suro, Jaime Colson, Abelardo Rodríguez Urdaneta, y Fernando Peña Defilló, entre muchos otros. Peña Defilló: un ejemploMuchas imágenes que integran este libro son tesoros manifiestos. Candido Gerón los ha reproducido a todo color en edición de lujo para que puedan ser disfrutadaos. En la portada, por ejemplo, se incluye una de las obras más representativas del maestro Fernando Peña Defillo de reciente factura, el díptico “Inocente I y II” (2007). De este autor también aparece una pieza de su serie “Animamundi VI” (1960). Para Gerón, Peña Defillo: “Es uno de los principales artistas experimentales de América. Por eso, agota todas las posibilidades del arte, porque investiga y se somete a la evolución y a la disciplina. Su elevado profesionalismo nos permite conocer el potencial de sus dotes artísticas, por lo que sus creacioens no solo están relacionadas con el destino del arte, sino también con la propia existencia cósmica. Pintor por vocación, innovador por naturaleza. sus obras cobran vida a partir de una metamorfosis que no cesa y que se adueña de los planos rítmicos. Su arte pasa pior el filtro de lo estético y lo ético, por las novedades más radicales y por el análisis más riguroso”. Otros artístasEsta valoración de la obra de Peña Defilló no es más que un ejemplo de su expresión valorativa de los maestros aquí seleccionados. Nuestros clásicos son explorados a paritr de la búsqueda de sus respectivos discursos y escenarios visuales. Gerón ha marcado un esfuerzo en busca de la instrospección del espíritu en la obra de estos hombres y mujeres que nos han legado altitud cultural. Gerón proyecta con elegancia y sapiencia. Las curiosidades, el refinamiento intelectual, la inventiva, lo poético, lo sutil y el aire renovador, entre otros, son méritos más sobresalientes que marcan la mayoría de edad de nuestra pintura. DE OTROS ARTISTAS CÁNDIDO GERÓN OPINADomingo Liz, de gran consistencia plástica, es acreedor de un marco coneptual de todo lo que realiza. Sus contradicciones formales, sus símbolos, en algunos casos irreventes, son inherentes al dibujo analítico, a la forma que en su articulación espacial, es portadora de una factura muy original.Iván Tovar es un artista de altos vuelos que en la creación se plantea la búsqueda del refinamiento plástico a través de un lengujae totalmente surrealista. Ha seguido una marcha ascendente y ha obtenido positivos resultados en su modalidad pictórica.Alberto Ulloa es un maestro de lo irracional, de lo impulsivo, de lo poético; lo extra-real de sus disquisiciones plásticas y espirituales. Ulloa es uno de los artistas más completos del país.Antonio Guadalupe reúne unas facultades artísticas sorprendentes, de ahí que su genuina espontaneidad sea el resultado de su portentosa sensibilidad y su caudal imaginativo.Ciprián Mordán expresará la modernidad en su obra desde la experimentación hasta el ambiente académico.