Los 80 años del padre Hernández

Santo Domingo.- Realizar una retrospectiva de la vida y obra del padre Jesús Hernández sdb, es conocer a un hombre que se ha destacado en múltiples funciones al servicio de la Iglesia, viviendo a plenitud cada etapa. Como pedagogo, ministro de Dios o director de la Biblioteca Antillense Salesiana (BAS), ha dejado una huella en la vida de las personas que ha formado, orientado o servido como fuente cultural a través de sus obras. Este misionero salesiano, con sus recién cumplidos 80 años, continua alargando la brecha para la realización de sus futuros proyectos. Durante una entrevista concedida al Listin Diario, el padre Jesús Hernández sdb, habla sobre su vida, logros y sus proyectos futuros. ¿DE DÓNDE ES ORIUNDO? Soy oriundo de dos pueblos pequeños de la provincia de Soria, en España, el pueblo de Devanos donde nací y estuve en mis primeros siete años y el de Castilruiz. ¿CUÁLES FUERON LOS VALORES QUE LE INCULCARON SUS PADRES EN SU INFANCIA? Asimilé los valores de una familia tradicional cristiana; de la imagen de un padre austero que con su trabajo sacó las carreras de sus ocho hijos en un molino de piensos y una madre sacrificada y entregada a su hogar y que seguía a cada hijo. ¿POR QUÉ FUE A ESTUDIAR COMO INTERNO AL COLEGIO SALESIANO DE PAMPLONA? Mis padres consideraban que en la escuela del pueblo no había futuro para educarme y decidieron enviarme allá. Tuvieron una acertada elección, ya que en ese ambiente salesiano me sentía querido e impulsado al estudio. Asimismo, influyó en mi decisión de aspirante como Ministro de Dios. ¿CÓMO FUE ESA ETAPA DE PREPARACIÓN PARA SU MISIÓN SALESIANA Y SACERDOTAL? Enriquecedora y difícil. Enriquecedora porque hice la profesión salesiana a la edad de 16 años. Además, me dedique al estudio del latín, las ciencias sociales, las humanidades clásicas y la filosofía al nivel seminarístico. Difícil porque fue durante el período de la Guerra Europea y había mucha escasez económica, pero me acostumbré a la austeridad y a saber prescindir de muchas cosas. Después, me trasladé a Italia a estudiar teología y filosofía a nivel universitario en el Ateneo Pontificio Salesiano en Turín, Italia. ¿CÓMO FUE SU EXPERIENCIA ESTUDIANDO EN ITALIA? Excelente, debido a que mis profesores fueron verdaderos especialistas, tanto en el área de teología como de filosofía. Cito dos que fueron nombrados cardenales, el padre Antonio Javierre, totalmente metido en ecumentismo y al padre Alonso Stickler, especialista en derecho. Otro brillante profesor fue el padre Rosalío Castillo, venezolano, que fue el responsable del Nuevo Código Eclesial. ¿PARA QUÉ LE HA SERVIDO EL ESTUDIO DE LA FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA? Además de abrirme las puertas en el campo del magisterio, me ha permitido, en base a los criterios aprendidos, a interpretar el mundo de hoy desde un pensamiento racional. ¿QUÉ LO MOTIVÓ A INICIAR SU MISIÓN SACERDOTAL Y SALESIANA EN EL CARIBE? La elección de venir a trabajar en las Antillas surge por el fallecimiento del Padre Florencio Sánchez, gran amigo y apoyo en el tiempo de mi formación. ¿NUNCA LAMENTÓ QUE SU TRAYECTORIA NO SE DESARROLLARA EN ESPAÑA? En ningún sentido he lamentado el desarrollo de mi profesión cerca de mi patria. En esta comunidad salesiana, encuentro todo lo que me hace feliz. ¿CUÁNDO INICIA LAS DIVERSAS FUNCIONES DE SERVICIO A LA IGLESIA? Las tres dimensiones de mi servicio a la Iglesia las realicé de manera simultánea, ya que nunca fui solo profesor, ni solo sacerdote, ni solo biblitecario. Como sacerdote, me inicie en 1957 con el envío a la Inspectoría Salesiana de las Antillas. En Cuba fue donde inicié el magisterio en el Seminario Filosófico de las Antillas y como propulsor de la Biblioteca Antillense Salesiana. ADEMÁS DE IMPATIR DOCENCIA EN CUBA, ¿EN CUÁLES PAÍSES E INSTITUCIONES CONTINUÓ CON EL MAGISTERIO? En el Seminario Filosófico de las Antillas de Puerto Rico, luego me vi envuelto en el ministerio educativo y apostólico en Santo Domingo y Puerto Rico. Asimismo, laboré en instituciones universitarias de México y República Dominicana. ¿QUÉ OBSTÁCULOS TUVO QUE SOBREPASAR PARA LOGRAR SU OBJETIVO COMO PEDAGOGO, MISIONERO Y DIRECTOR DE LA BAS? En ninguna etapa encontré obstáculos dignos de notar, pues me he sentido dueño de mi vida sin desviar el rumbo de la consagración a Dios y al servicio misionero. ¿CUÁL DE ESAS ETAPAS ES LA MÁS IMPORTANTE EN SU VIDA? El ejercicio del ministerio sacerdotal. Eso me define plenamente, pues por 52 años he presidido la eucaristía en el altar, anuncio la palabra semanalmente, ejerzo el perdón en el confesionario y atiendo enfermos entre otras obras. DENTRO DE SU ETAPA EN EL MAGISTERIO, ¿CUÁL FUE SU MAYOR LOGRO? Estuve a cargo de la formación en la etapa inicial de los futuros sacerdotes como Monseñor Fabio Rivas, Obispo Emérito de Barahona, el padre Luis Rosario, de la Pastoral Juvenil Nacional, Padre Luis Cordero, párroco de Cristo Rey, el padre Luis Reyes en La Vega entre otros. EN EL ÁMBITO CULTURAL, ¿CUÁL HA SIDO SU MAYOR LOGRO? Un logro en el orden cultural es la Biblioteca Antillense Salesiana institución apreciada y vigorosa. Participé en su nacimiento en Cuba y he sido impulsor de su vigor en tres ocasiones. EN ESTA ETAPA DE SU VIDA, ¿QUE PROYECTOS TIENE EN CARPETA? Lucho por la adquisición de 500 libros para la BAS, de temas filosóficos. A largo plazo, sueño ver la biblioteca convertida en el Santuario Filosófico Dominicano y tecnificada y mejorada, pero necesito la ayuda económica para realizar estos proyectos. ¿CÓMO HAN SIDO ESTOS 80 AÑOS DE VIDA? Han sido una epopeya, ya me divido tiempo en mil incumbencias en beneficio de la comunidad salesiana..Naturalmente, mis capacidades ahora son muy reducidas, pero persevero en la brecha. ¿ HA CUMPLIDO SU MISIÓN EN LA VIDA? Creo inconclusa mi misión, ya que por circunstancias de mi vida no marcan el fin de todo. Al cesar la docencia se intensificó la faena en la biblioteca y al desaparecer mis capacidades para esa labor espero continuar en el ministerio sacerdotal.