Ventana

MONUMENTOS

La casa del Gabo “remodelada”

PARA MAYO DE 2009 ESTÁ PREVISTA SU INAUGURACIÓN. LA LICITACIÓN PARA LA REMODELACIÓN FUE GANADA POR UN CONSORCIO DE PEREIRA

Leonardo Herrera D.Santo Domingo

Bogotá, Colombia.- Una ráfaga de nostalgia golpeó al viejo Aníbal Calle apenas pisó la casa que más de medio siglo después lucía como sacada de las páginas de uno de los libros que escribió su paisano Gabriel García Márquez y que alguna vez existió en Aracataca (Magdalena). Eso fue hace un mes, y recuerda que ese día sintió una tranquilidad que se convirtió luego en felicidad, porque la vieja casa donde nació Gabo -que ahora está como nueva- fue donde él también pasó muchos años de su niñez. Recordó sus juegos y cuando entraba a coger frutas en el patio, pero también la noche aciaga cuando estalló la huelga de las bananeras. En uno de los cuartos de la vivienda, junto a su madre y hermanos, se refugió de las balas que zumbaban por la calles. Recuerdos “Allí pasamos la plomera del primer día”, recordó con su voz oxidada. Hoy, a sus 90 años, Aníbal, uno de los pocos habitantes del pueblo que conoció la casa original y al mismo Gabo cuando era apenas un niño que corría por los jardines con sus hermanos, confesó que puede dar fe de que así era la casa. “Solo le faltan los chécheres para que sea igualita, pero el ambiente que se respira es el mismo”, dijo el anciano, que siempre ha vivido frente al lugar donde hace 82 años nació el hijo del telegrafista que revolucionó el mundo de las letras con las historias de su pueblo. Aunque no está ambientada como una casa de principio del siglo XX, pues les faltan los muebles, enseres, fotos y decoraciones de la época, en la casa de Gabo ya se siente la atmósfera de esa época, que de inmediato transporta a los visitantes a las historias de Cien Años de Soledad. En promedio, llegan diariamente unos cinco turistas a ver cómo quedó la remodelación. Según Dagoberto Rodríguez, uno de los vigilantes de la obra, a la casa han llegado periodistas y turistas de todos los rincones del mundo. Detalles La casa, ubicada en el centro de Aracataca, comenzó a ser intervenida por el Ministerio de Cultura hace tres años con un presupuesto de 1.200 millones de pesos, para convertirla en un museo moderno. La casa ya está lista, solo queda pendiente la construcción de un moderno auditorio. La fecha tentativa para la inauguración sería la primera quincena de mayo, en la que se espera que estén Gabo y el presidente Álvaro Uribe, entre otras personalidades. El gestor cultural Rafael Darío Jiménez, que estuvo al frente de la casa, dijo que estos objetos podrían encontrarlos en Ciénaga y la Zona Bananera, donde algunas familias aún con servan en buen estado elementos y mobiliario de los años 20 . Espacios de novela “Hay que recordar que en esa época estaban los comisariatos de la United Fruit Company, que proveían a estas regiones de lo que estaba de moda en Estados Unidos y Europa, por eso no es raro que las mecedoras no fueran de estilo momposino, sino vienés”, explicó Jiménez. Cada lector de Gabo tiene en su imaginario una casa de los Buendía diferente, por eso los creadores de este proyecto esperan que cuando esa persona llegue a Aracataca esa visión tenga mucho parecido a lo que pensaron y lo que está en Cien Años de Soledad. El recorrido comienza por el ala derecha, donde se encuentra el cuarto de los huéspedes en el que se alojaban los hijos de los compadres del coronel Aureliano Buendía. Luego le sigue el taller de platería. Contiguo está el comedor, que Gabo en la novela dice que tenía 16 puestos. Al lado, emerge la sala en donde se reunía la madre del escritor, Luisa Santiaga, con sus amigas, las tías solteronas y la abuela Tranquilina. En ese mismo carril está la despensa que comunica con la cocina. Ahí está el fogón campesino que siempre permanecía prendido. Descripción En el ala izquierda, la casa comienza con la oficina del coronel, sigue el jardín interior donde se encuentran los rosales y los jazmines, además del corredor de la begonias, en el que Gabo se tiraba a leer en las tardes y veía a las tías tomar tinto y conversar animadamente. Luego, viene la habitación de los abuelos, Nicolás Márquez y Tranquilina. Allí nació Gabo, quien es pasado al cuarto siguiente. Luego viene la alcoba de Sara o de los santos, repleta de las imágenes religiosas de las tías.

Tags relacionados