Las personas prefieren que los robots funcionen con un ligero retraso para que no resulten amenazantes

Una investigación llevada a cabo por Disney Research ha descubierto que incrementar en aproximadamente un segundo el tiempo de reacción de un robot a la hora de agarrar o intercambiar objetos con un ser humano hace sentir a las personas más tranquilas, ya que hacen que lo vean como una acción más natural y no amenazante.

El motivo de la investigación se debe a que Disney quiere que los robots que tienen en sus parques temáticos interactúen más con los visitantes. El problema hasta ahora es que la convivencia entre robots y humanos es fría ya que las personas muchas veces perciben los movimientos como antinaturales y amenazantes, según explica Disney en su estudio.

Para solucionar que ocurran situaciones incómodas, como que un robot le quite el 'ticket' de las manos sin que la persona se lo espere, Disney ha estudiado la velocidad a la que tiene que ir el brazo robótico para que los humanos no se sientan amenazados.

La investigación, aparte de estudiar la velocidad a la que tenía que moverse el brazo, también se cuestionó en qué momento debería el robot extender el brazo para coger el objeto. De media los humanos necesitan un segundo para reaccionar cuando alguien les entrega un objeto.

El experimento consistió en comprobar la reacción de las personas cuando el robot entrega un objeto a tres velocidades distintas, sirviéndose para ello de sensores de movimiento y de mecanismos con los que puede funcionar más rápido incluso que un ser humano.

La primera prueba el brazo del robot se movía rápidamente: las personas afirmaron que esta reacción resultaba incómoda para ellos. Cuando se introdujo un retraso prolongado de la acción, los usuarios percibían la reacción del robot como menos cálida -aunque la preferían al esperar sus acciones-, y la mayoría elegió la modalidad en que el robot se movió con un retraso ligero de un segundo.