CIENCIA
Humanos reciclaban hace 400.000 años en utensilios de precisión
Humanos fueron capaces de reciclar herramientas de pedernal desechadas o rotas hace 400.000 años para crear utensilios pequeños y afilados con funciones específicas.
Según restos excavados en la cueva de Qesem Cave, Israel, estas herramientas recicladas se utilizaron con gran precisión para realizar tareas concretas relacionadas con el procesamiento de productos animales y materiales vegetales.
El sitio de Qesem Cave, ubicado a las afueras de Tel Aviv, fue descubierto durante un proyecto de construcción de una carretera en el año 2000. Desde entonces ha ofrecido innumerables ideas sobre la vida en la región hace cientos de miles de años.
En los últimos años, los arqueólogos han descubierto evidencia de que las personas prehistóricas que vivían en el entorno mediterráneo reciclaron objetos que usaban en la vida diaria. Al igual que reciclamos materiales como papel y plástico para fabricar nuevos artículos hoy, los primeros homínidos recolectaron herramientas desechadas o rotas hechas de pedernal para crear nuevos utensilios para propósitos específicos hace cientos de miles de años.
"El reciclaje fue una forma de vida para estas personas", dice el profesor Ran Barkai, arqueólogo de la Universidad de Tel Aviv y autor principal del nuevo estudio, publicado en Journal of Human Evolution. "Durante mucho tiempo ha sido parte de la evolución humana y la cultura. Ahora, por primera vez, estamos descubriendo los usos específicos del 'kit de herramientas' reciclado en Qesem Cave".
Las condiciones excepcionales en la cueva permitieron la conservación inmaculada de los materiales, incluidos micro residuos en la superficie de las herramientas de pedernal.
"Utilizamos análisis microscópicos y químicos para descubrir que estas herramientas pequeñas y afiladas recicladas fueron producidas específicamente para procesar recursos animales como carne, piel, grasa y huesos", explica Venditti. "También encontramos evidencia de procesamiento de plantas y tubérculos, lo que demostró que también eran parte de la dieta de los homínidos y las estrategias de subsistencia".
Según el estudio, se encontraron signos de uso en los bordes exteriores de los objetos pequeños, lo que indica actividades de corte específicas relacionadas con el consumo de alimentos: actividades de carnicería y procesamiento de tubérculos, pieles y huesos.
Los investigadores utilizaron dos técnicas químicas espectroscópicas diferentes e independientes: la espectroscopia infrarroja de transformada de Fourier (FTIR) y la microscopía electrónica de barrido, junto con la espectroscopia de rayos X de dispersión de energía (SEM-EDX).
"El meticuloso análisis que realizamos nos permitió demostrar que las pequeñas lajas recicladas se utilizaron en conjunto con otros tipos de utensilios. Por lo tanto, constituían un conjunto de herramientas más grande y diversificado en el que cada herramienta fue diseñada para objetivos específicos", dice Venditti.
"Nuestros datos muestran que el reciclaje lítico en la cueva Qesem no fue ocasional y no fue provocado por la escasez de pedernal", concluye la coautora Flavia Venditti. "Por el contrario, fue un comportamiento consciente que permitió a los humanos primitivos obtener rápidamente pequeñas herramientas afiladas para usar en tareas donde la precisión era esencial".
Los investigadores continúan investigando el reciclaje prehistórico aplicando su análisis a otros sitios en África, Europa y Asia.