Finanzas
Importancia de economizar a temprana edad
Puede ser un viaje extracurricular, un juguete, una prenda de vestir, un dispositivo electrónico, o cualquiera sea la meta, es importante enseñar a los niños que para conseguir las cosas que se desean se deben planificar y ahorrar con miras a estos fines.
Santiago Benjamín tenía 10 años cuando les pidió a sus padres abrir una cuenta de banco, aunque ahorraba desde que tiene uso de razón, no es sino a esta edad que empieza a crear conciencia de guardar el dinero en una entidad bancaria.
“Cuando era un niño adolescente, no ahorraba una cantidad exacta, porque todo dependía de la cantidad de dinero que me daban mis padres, pero si recuerdo que, para esa época, cuando las alcancías estaban llenas tenía entre RD$3,000 y RD$5,000 guardados”, sostiene el joven de 28 años.
Como adolescente al fin y con el deseo de tener más oufits en su armario, el dinero de sus ahorros los destinaba a comprar ropa.
“Si para mi cumpleaños o Navidad, mis padres me iban a comprar dos outfits, yo les daba del dinero que tenía ahorrado y les decía que quería cuatro outfits”, recuerda.
Esto forjó en él la disciplina de saber que para lograr sus gustos, tenía no solo que trabajar sino que ahorrar. Así que al iniciar su primer trabajo a los 18 años continuó con su hábito, pero esta vez las metas cambiaron.
“A partir de los 19, mi meta fue comprarme mi primer carro, y a los 21 ya lo conducía”.
A sus 23 Benjamín ya tenía un mejor empleo que le permitió aumentar la cantidad que destinaba a sus ahorros y comenzó a ahorrar en dólares, pero esta vez con las metas altas.
Al preguntarle sobre lo que ha alcanzado gracias a su disciplina de ahorro, destaca los siguientes logros:
• Compré mi primer carro a los 21.
• Pagué una especialidad en Habilitación Docente de un año.
• Pagué mi maestría en Comunicación Corporativa de dos años.
• Compré mi segundo carro a los 24.
• Pagué un postgrado en Canadá de dos años.
• Pude vivir en Canadá sin trabajar por ocho meses.
“Ahorrar ha sido la clave principal para poder lograr muchas metas desde temprana edad, así que recomiendo a todo el mundo ahorrar de acuerdo con sus posibilidades económicas”, puntualiza el joven.
Enseñanza
Sea en una alcancía, una cuenta para menores, que los padres se lo guarden, en algún espacio dedicado para estos fines, es bueno inculcarles la importancia de guardar dinero para un futuro.
Juan Ezequiel Vittini, asesor financiero y quien empezó a ahorrar desde los 16 años, indica que desde que los niños reciben su “mesada”, ese es el momento perfecto para fomentar en ellos el hábito de ahorrar.
“Yo empecé a ahorrar con una cuenta de ahorro para menores de una asociación y a medida que fui creciendo y moldeando mis conocimientos continué con este hábito, y gracias a él compré mi primer vehículo, mi casa, me casé y abrí mi empresa”.
Al crear este hábito desde pequeños se trabajan diversas áreas en el desarrollo de la personalidad de la persona. Entre esas Vittini resalta las siguientes:
• Ahorrar ayuda en el ejercicio de controlar los impulsos, lo que se traduce en finanzas como compras compulsivas.
• Ayuda a establecer un grado de organización y prioridades, saber que va primero y que va después.
• Ayuda en tu autoestima, ya que en la medida que vas alcanzando lo propuesto te enseña las facultades que lleva en tu interior.
• Te conviertes en un ente de la sociedad que tiene solvencia para cualquier eventualidad no programada (accidente, enfermedad, necesidad del hogar, desempleo).
Otras de las ventajas de ahorrar desde joven es que se aprende a cómo invertir adecuadamente el dinero. “Cuando el niño aprende ahorrar también se le debe enseñar a cómo invertir para que así se transforme en un multiplicador de riquezas para la él y la sociedad”, sostiene.
Sobre el método ideal para guardar el dinero, Vittini, explica que el que mejor le funcione a la persona ese es el indicado, pero que en cuanto a proporción si varía dependiendo la edad y los compromisos.
“Cuando se es joven (soltero sin hijos), recomiendo que desde antes de cobrar su primer salario se haga lo siguiente: primero, establecer una meta corto plazo y una a mediano plazo y segundo: aplicar la regla 50-30-20 (50% de los ingresos a los gastos básicos, 30% de los ingresos a los gastos extraordinarios y el 20% al ahorro)”.
Una vez la persona se casa y tiene hijos, el porcentaje de ahorro va a depender de sus metas, ingresos y compromisos, pero lo mínimo debería ser el 10% de su salario.
“Es recomendable tener una cuenta de ahorro, exclusiva solo para eso, y el primer retiro o transferencia que vaya para la cuenta como ahorro”, concluye el asesor.