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Eficiencia Energética 

Hogares verdes: pasos para un consumo de energía consciente

Es importante enseñar a los pequeños a hacer un uso consciente de la energía que se consume en casa.Istock

Saiury CalcañoSanto Domingo, RD 

La eficiencia energética, según la definición del diccionario, se refiere a la relación entre la energía utilizada en un proceso o sistema y la energía total suministrada.

En palabras llanas, la eficiencia energética es como obtener más jugo de una naranja exprimiéndola de manera inteligente, aprovechando cada gota al máximo.

Pero, ¿qué significa esto en términos cotidianos y por qué es tan relevante? En el contexto de la vida diaria, implica usar la energía de manera más inteligente para obtener los mismos resultados o incluso mejores, sin malgastar recursos.

Una mano amiga

Aquí la automatización y la tecnología están cambiando la forma en que consumimos energía en nuestros entornos cotidianos.

Dentro de la iluminación inteligente están los sistemas de control remoto: la capacidad de controlar las luces de forma remota a través de aplicaciones móviles permite a los usuarios apagar o ajustar la intensidad de las luces incluso cuando no están en casa.

Y los sensores de movimiento: hacen que las luces se encienden automáticamente cuando se detecta movimiento y se apagan cuando no hay actividad, evitando así el desperdicio de energía en habitaciones vacías.

Otra alternativa es la integración de la iluminación inteligente con sistemas de climatización y termostatos que permite una gestión más eficaz de la energía. Por ejemplo, cuando no hay nadie en casa, el sistema puede ajustar automáticamente la temperatura y apagar luces, optimizando así el consumo energético.

Todos colaboramos

Si no tienes estos sistemas, hay pasos sencillos que puedes comenzar a implemetar en casa:

• Iluminación eficiente: opta por bombillas de bajo consumo o LED, que consumen menos energía y tienen una vida útil más larga. No olvides apagar las luces al salir de una habitación.

• Desconexión de dispositivos: apaga completamente los electrodomésticos y desconecta los cargadores cuando no los estés utilizando.

• Aprovechamiento de la luz natural: maximiza el uso de la luz natural durante el día. Abre cortinas y persianas para aprovechar la iluminación natural y reducir la dependencia de la luz artificial.

• Uso eficiente del agua caliente: ajusta la temperatura del calentador de agua a niveles eficientes y opta por duchas más cortas. Además, arregla cualquier fuga para evitar pérdidas innecesarias de energía.

• Electrodomésticos eficientes: al adquirir nuevos electrodomésticos, busca aquellos con etiquetas de eficiencia energética. Estos consumen menos energía y pueden marcar la diferencia.

• Reciclaje y deducción de desiduos: el reciclaje contribuye indirectamente a la eficiencia energética al reducir la necesidad de producir materiales desde cero. Además, la reducción de residuos implica menos procesos de producción y menor consumo de energía.

• Transporte sostenible: opta por medios de transporte sostenibles, como caminar, andar en bicicleta o utilizar el transporte público. Reduce el uso del automóvil siempre que sea posible. Y si está dentro de tus posibilidades, adquiere un vehículo eléctrico.

• Uso consciente de la calefacción y refrigeración: ajusta el termostato a temperaturas moderadas. Usa cortinas y persianas para controlar la temperatura y aprovecha la ventilación natural cuando sea posible.

• Paneles solares y energías renovables: si es viable, considera la instalación de paneles solares en tu hogar o empresa. Las energías renovables son una opción limpia y eficiente que puede reducir significativamente el consumo de energía convencional.

• Educación y concienciación: comparte conocimientos sobre eficiencia energética con amigos y familiares.

Como es bien sabido la educación comienza en casa, y la ambiental no es la excepción.

Cuando el niño entiende que hay recursos no renovables, aprende a gestionarlo de manera consciente e inteligente.

Desde aprender a tirar la basura al zafacón, apagar las luces que no se están usando, no malgastar el agua, hasta elegir productos amigables con el medio ambiente.

El Día Mundial de la Eficiencia Energética se originó en 1998 en la Conferencia Internacional en Austria.

La importancia de este día radica en la creación de conciencia sobre los peligros del despilfarro energético y sus potenciales consecuencias irreparables para nuestro planeta.

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