Edición Especial Familia
Dos estilos distintos de crianza
- Diferencias. En la observación de las familias, se pudo evidenciar cómo los padres de clase media normalmente participan en un proceso de «Cultivación concertada», mientras que las familias de escasos recursos socioeconómicos confían más en «el Logro del crecimiento natural”.
Como parte de la investigación realizada por la socióloga Annette Lareau, en su libro Infancias Desiguales, ella distingue dos tipos de crianza presentes en la sociedad.
El primero es la “Cultivación concertada”, la cual se caracteriza por el esfuerzo que hacen los padres para fomentar los talentos de sus hijos incorporando actividades organizadas en su vida diaria para desarrollar las habilidades. También se caracteriza por desarrollar conscientemente el uso del lenguaje y la habilidad para interactuar con personas, amigos, adultos e instituciones sociales.
Desde una perspectiva socioeconómica, Lareau explica que la cultivación concertada es un estilo, generalmente, implementado por familias de clase media. Debido a que ponerlos en clases requiere de ciertos recursos económicos, las familias de clase media tienden a tener más posibilidades para invertir en sus hijos. No obstante, este estilo no sólo se puede ofrecer con recursos económicos, también tiene un componente educativo importante que depende de la educación de los padres, a qué le ponen más atención y a qué le dan más prioridad.
El otro estilo es el “Logro del crecimiento natural”, donde los padres dejan que el niño se desarrolle espontáneamente, siempre y cuando se le proporcionen comodidades básicas, como comida y refugio.
En este estilo de crianza, los niños experimentan largos períodos de tiempo libre y sus juegos son iniciados por ellos mismos, es decir, que los padres no suelen organizar juegos o actividades estructuradas intencionalmente, para su estimulación intelectual, psicomotriz, cognitiva o académica.
Además, en la interacción que tienen los padres con los hijos se evidencia que existen claras diferencias de jerarquía entre adultos y niños, y esto se nota en la forma en que les hablan y cómo los tratan en la casa y frente a la gente. A diferencia de la Cultivación concertada, este estilo de crianza generalmente, es adoptado por padres o tutores de origen de clase trabajadora o de escasos recursos socioeconómicos.
La importancia de las habilidades sociales
Los padres que cumplen con ciertos estándares profesionales y siguen un patrón de Cultivación concertada buscan, intencionalmente, estimular el desarrollo de sus hijos y fomentar sus habilidades cognitivas y sociales.
Dadas las dificultades económicas y el esfuerzo continuo que requiere la crianza de los hijos, las familias que aplican el Logro del crecimiento natural ofrecen el apoyo básico y trabajan para proporcionar comida, refugio y las necesidades básicas. Piensan que dándoles lo básico es suficiente y que el desarrollo del niño se da de manera fluida, natural y con el desarrollo de su propia vida.
Sin embargo, no llegan a ofrecer una cultivación intencional de los niños y tampoco les organizan actividades de ocio. Importante destacar que, en el estudio de las 88 familias, se reflejó que para las familias de origen trabajador y de recursos socioeconómicos limitados, mantener el crecimiento natural de los niños se percibe como un logro.
Es necesario tener pendiente
A pesar de la tremenda tensión económica, los niños que son criados con el estilo del Logro del crecimiento natural, a menudo tienen vidas más “infantiles”. Se les deja a los niños tener más autonomía y control sobre su tiempo libre y son ellos quienes inician sus juegos. Aunque los que reciben Cultivación concertada no disponen de tanto tiempo libre como los de familias en las que no les organizan actividades, juegos y clases, los niños que reciben cultivación pueden obtener ventajas importantes.
Habilidades de razonamiento de la cultivación concertada
Según Lareau, hacer hincapié en el uso del razonamiento en el hogar conlleva beneficios de amplio espectro. Las conversaciones entre padres e hijos pueden aumentar el vocabulario de los niños, proporcionar conocimientos previos o profundizar los conocimientos de las materias que aprenden en la escuela. Además, los niños se familiarizan con tener conversaciones con adultos que luego les será beneficioso cuando tengan que desenvolverse en otros entornos. Por lo tanto, las ventajas de este aspecto van más allá del enriquecimiento académico.
Es necesario tomar en cuenta que estas mismas habilidades y de poder que se les da a los hijos, también pueden hacer que la vida familiar sea agotadora, ya que los niños de todas las edades buscan repetidamente razonar con sus padres. Las mismas habilidades que los padres fomentan en sus hijos pueden llevar a que estos los desafíen e incluso, rechacen la autoridad parental. Tanto la cultivación concertada como el logro del crecimiento natural ofrecen beneficios y cargas intrínsecas para los padres y sus hijos.
Resultado de estas filosofías
Según Lareau, cada estilo transmite ventajas que diferencian el comportamiento y carácter de los hijos.
En su estudio, notó que había mucho más diálogo en los hogares con el estilo de Cultivación concertada que en las familias que aplican el Logro de crecimiento natural. Por lo tanto, en familias que aplican la cultivación se suele facilitar la agilidad verbal, se desarrolla un vocabulario más amplio, se nota que los niños se sienten más cómodos (y no intimidados) con figuras de autoridad y tienen mayor familiaridad con conceptos abstractos.
De igual forma, los niños también desarrollaron diferencias en habilidades para interactuar con figuras de autoridad en instituciones y en la casa.
Por ejemplo, con respecto a las clases socioeconómicas, los niños de clase media, desde pequeños, aprenden a estrechar la mano de los adultos y a mirarlos a los ojos, mientras que los niños de familias en las que los padres les imponen reglas sin explicarles el por qué o los corrigen en público frente a extraños o adultos, o los tratan como si su opinión fuera menos importante por el simple hecho de ser niños y no adultos, los pequeños se vuelven más tímidos, no miran a los ojos y hasta se muestran un poco temerosos al tratar con adultos. Esto, a su vez, puede potencialmente impactar o limitar de manera negativa el éxito en su futuro.
Según investigadores, en estudios de entrevistas de trabajo, las estadísticas han mostrado que los posibles empleados tienen menos de un minuto para causar una buena impresión. Los expertos enfatizan la importancia del contacto visual, un firme apretón de manos y mostrar comodidad con los jefes durante la entrevista. Sin embargo, en familias de clase socioeconómica pobre como algunas de las analizadas en el libro ’Infancias Desiguales’ de Annette Laureau, los miembros de la familia generalmente no se miran a los ojos al conversar. Además, algunos viven en vecindarios donde puede ser peligroso mirar a las personas a los ojos por demasiado tiempo.