Edición Especial Familia
¿CÓMO AFECTA LA POSICIÓN SOCIAL LA CRIANZA?
- Los estilos de crianza pueden variar significativamente entre padres de diferentes clases sociales, debido a las diferencias en recursos financieros, acceso a la educación, estabilidad económica y valores culturales.
Mientras cursaba mi maestría en Harvard, tuve que realizar junto a otros compañeros, el análisis sobre sociología de la educación y de la familia elaborado por la reconocida socióloga estadounidense Annette Lareau.
De este análisis he seleccionado varios extractos de manera resumida, los cuáles pretenden ayudar a los padres a mejorar la crianza que le dan a sus hijos. El contenido de esta colaboración es una recopilación de algunos conceptos y observaciones presentadas por Lareau que podrían servir de ayuda para reflexionar sobre el propio comportamiento, actitudes y la estrategia que utilizan los padres al criar a los hijos.
Entendiendo que cada progenitor hace lo mejor dentro de sus conocimientos y posibilidades, este tema no busca ser un ente de juicio ni calificación de buena o mala educación de cada clase socio económica o estilo de crianza, sino más bien es una herramienta para evaluar lo que nos puede servir, dependiendo de las creencias individuales de cada padre.
Al final, todos podemos aprender, ajustar y poner en práctica lo que nos beneficia, pues la verdadera clase no se trata de dinero, sino, de los valores que se reflejan y que, por ende, determinan el comportamiento individual.
Un estudio sobre las clases
Durante la década de 1990, Annette Lareau y un equipo de estudiantes graduados estudiaron 88 familias de diversos orígenes: de tez oscura, de piel blanca, de clase económica media, obrera y de muy escasos o limitados recursos. Luego, observaron de cerca a 12 familias de distintas clases socioeconómicas y raciales.
En su libro, «Infancias Desiguales», la socióloga explica que desafortunadamente, la manera en que se crían los niños afecta el desenvolvimiento, la confianza y las oportunidades que tendrán en su vida y en su futuro.
La crianza varía
Los estilos de crianza pueden variar significativamente entre padres de diferentes clases sociales, debido a las diferencias en recursos financieros, acceso a la educación, estabilidad económica y valores culturales. Algunas diferencias generales que se han observado en los estilos de crianza de familias económicamente prósperas, familias de clase media y familias de recursos limitados son:
Padres de familias económicamente prósperas
Acceso a recursos educativos:
Pueden permitirse enviar a sus hijos a escuelas privadas de alta calidad y proporcionarles educación adicional, tutorías y actividades extracurriculares.
Estabilidad financiera: Generalmente tienen una mayor estabilidad económica, lo que proporciona un entorno hogareño más seguro y predecible para los niños.
Inversiones en el desarrollo de habilidades: Pueden invertir en clases y entrenamiento para desarrollar habilidades específicas, como música, deportes, arte, etc.
Viajes y experiencias culturales: Tienen la capacidad de viajar y exponer a sus hijos a diversas culturas y experiencias educativas.
Redes sociales: Tienen acceso a redes sociales y conexiones que pueden beneficiar a sus hijos en términos de oportunidades educativas y laborales en el futuro.
Padres de familias de clase media
Educación: A menudo tienen acceso a escuelas privadas o públicas de calidad y pueden pagar actividades extracurriculares y tutorías en función de sus ingresos.
Estabilidad económica moderada: Tienen una estabilidad económica moderada y, por lo tanto, pueden proporcionar un ambiente hogareño relativamente estable para sus hijos.
Énfasis en la educación: Suelen enfocarse en la educación como una forma de movilidad social, alentando a sus hijos a obtener buenas calificaciones y a asistir a la universidad.
Actividades de tiempo libre: Pueden permitirse algunas actividades extracurriculares y viajes, aunque pueden ser más limitados en comparación con las familias de alto poder adquisitivo.
Padres de familias con recursos limitados
Limitaciones financieras: Experimentan dificultades económicas y pueden luchar para satisfacer las necesidades básicas de sus hijos, como alimentos, vivienda y atención médica.
Acceso limitado a recursos educativos: A menudo tienen acceso limitado a escuelas de calidad y pueden no poder pagar actividades extracurriculares o tutorías.
Presiones financieras y estrés: Las preocupaciones financieras y el estrés pueden afectar negativamente el ambiente hogareño y emocional para los niños.
Énfasis en la supervivencia: Las familias de bajos ingresos a menudo se centran en las necesidades inmediatas, lo que puede limitar las oportunidades de enriquecimiento educativo y cultural para sus hijos.
Es importante tener en cuenta que estas son generalizaciones y que las experiencias de crianza pueden variar ampliamente incluso dentro de las mismas clases sociales. Además, las actitudes y prácticas de crianza están influenciadas por una variedad de factores, incluyendo la cultura, la religión, la educación y las experiencias personales de los padres.