Día del Maestro 

Jóvenes docentes el futuro de la profesión

Actualmente muchos óvenes han decidido dar lo mejor de ellos y desarrollar la profesión que por vocación han tenido.

Actualmente muchos jóvenes han decidido dar lo mejor de ellos y desarrollar la profesión que por vocación han tenido.iStockphoto

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Chalía Veloz Especial para LD 

Siento que ser maestra es parte fundamental de mi identidad, así afirma Raquel Bautista, quien empezó esta labor con tal solo 20 años. Ella inició a ejercer como maestra de inglés en un politécnico, y su práctica la describe como una montaña rusa de emociones y aprendizajes.

Inspirar y motivar a los estudiantes con herramientas novedosas ha sido el pilar de su trabajo, buscando adaptar, en la medida de lo posible, las formas de enseñanza a los estudiantes para que cada quien sienta que tiene una experiencia personalizada.

“Aun cuando los alumnos no obtienen los conocimientos, y sientes que en el momento no ves los resultados de los esfuerzos que realizas para que aprendan, al pasar el tiempo vuelves a encontrarte con ellos y te cuentan como de alguna manera impactaste su vida, no necesariamente por la materia que impartías sino por las cosas que le dejaste. Al final ser maestros no es solo dar clases, es también guiar y formar en valores”, expresa.

Durante sus ocho años de ejercicio laboral, Bautista siente que el mayor reto ha sido aprender a crear conexión con los estudiantes, acción que logró con dinámicas y el humor, intentando incluir juegos y se enfocó en aprenderse los nombres de cada uno.

La carga emocional

de impartir clases

Bautista, quien se desenvuelve con preadolescentes y adolescentes explica que muchos de esos muchachos llevan situaciones propias de familias disfuncionales que terminan no solo arropándolos y afectándoles a ellos, sino que también trasciende a los maestros. “Esta es una de las cosas más difíciles que tiene ser profesor, y es que los jóvenes van con problemas familiares y emocionales que sobrepasan en muchas ocasiones los límites que uno puede trabajar”.

Así mismo destacó la poca capacitación que le dan a los docentes para enfrentar esta realidad.

El estrés laboral existe en diversas profesiones, debido a la carga de trabajo, poca motivación, y ambientes incomodos; en los docentes esta misma carga viene dada también por quienes están a su cargo, y llegan con sus propios dilemas y preocupaciones.

“Tienes que lidiar con distintas necesidades, distintos niveles de inglés en mi caso, que no aprenden del mismo modo y a nosotros nos toca aprender a dejar los problemas personales y presentar una actitud positiva, energética y motivadora y al mismo tiempo pensar en cómo hacerle frente a las situaciones que viven ellos para tratar de enfocarlos en las clases”, relata la maestra.

Equilibrar la vocación

En un trabajo que requiere planificación continua, buscar un equilibrio entre la vida personal y laboral a veces resulta difícil. Los maestros le atribuyen esto no sólo a planificar sino también a la corrección y creación de materiales y recursos para hacer de las clases más dinámicas, lo que se traduce en más horas de trabajo fuera de los centros educativos.

Raquel Bautista narra que después de los primeros años de trabajo y no saber manejar el tiempo, creó un banco de recursos y herramientas que facilitan la programación de las clases y así solo debe adaptarlo a cada grupo, pero aun así en tiempos de exámenes parciales y finales es más difícil ya que se suma a la dinámica las correcciones.

No se habla de...

• Lo poco valorada que esta la profesión actualmente, no solo desde un punto de vista económico sino también del prestigio que se tiene ante la sociedad. Los padres antes admiraban a los maestros y trabajaban en conjunto, ahora toda la culpa del proceso de aprendizaje recae sobre el profesor.

• El estrés que representa para los estudiantes aprender otro idioma en un aula con compañeros de diversas edades, y los docentes tenemos que buscar estrategias para que las clases resulten muy atractivas para todos.

• Que ahora no solo se evalúa por exámenes, por lo menos en la educación universitaria, y eso representa una carga más de trabajo y dinamismo para los profesores.

• La mayoría de los estudiantes de bachillerato y básica, van a los centros educativos con problemas familiares y padres o madres ausentes, problemas que muchas veces terminan en agresiones físicas y los maestros y directores tienen que intervenir.

El trabajo del maestro

Es de vocación y entrega, esa que se satisface con saber que se está dejando una mejor generación en el planeta, y que el verdadero reconocimiento es el impacto que dejan en cada estudiante que pasa por sus aulas.

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