Día del Maestro
Educadores emocionalmente sanos: disciplina positiva
Correción. En las aulas, la disciplina en ocasiones solía ser física, sin embargo, ya esta metodología no se utiliza y tampoco es recomendada por los especialistas.
Mantener la disciplina en un salón de clases puede ser una tarea agotadora, tener en un mismo espacio a más de 15 niños, por poner un número que puede duplicarse, y además mantener el orden y la atención mientras ellos aprenden, es una profesión que solo el que la lleva por vocación logra los resultados esperados en el desarrollo de los estudiantes.
En tiempos pasados, tanto en las casas como en las aulas, la disciplina en ocasiones solía ser física, sin embargo, ya esta metodología no se utiliza y tampoco es recomendada por los especialistas de la conducta para el sano desarrollo del menor.
La neuropsicóloga Ana Yris Reynoso asegura que los maestros que muestran habilidades emocionales efectivas y manejo saludable de sus emociones pueden inspirar y orientar a sus estudiantes en el desarrollo de su propia competencia emocional.
“El clima ideal entre los maestros y sus estudiantes dentro del aula es aquel que promueve la confianza, el respeto mutuo, la apertura al diálogo y la validación de las emociones de los estudiantes”, indica la experta.
Reynoso destaca que los docentes, dentro de sus prácticas educativas, pueden desarrollar la inteligencia emocional en los estudiantes a través de actividades o acciones que fomenten la empatía, autorreflexión, la resolución de conflictos y la regulación emocional.
“Hoy más que nunca, es urgente la necesidad de ser un profesor emocionalmente inteligente, que pueda emplear la disciplina en el ambiente educativo sin recurrir a la violencia. Es recomendable que estos aprendan estrategias y herramientas de disciplina positiva, como el establecimiento de límites claros, el refuerzo positivo y el uso de consecuencias correctas”, indica.
Asegura que la carencia de manejo adecuado de las emociones en las distintas situaciones propias del ejercicio docente puede contribuir al desarrollo de enfermedades mentales como la ansiedad, la depresión y el estrés crónico, “es por eso, que aplicar técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación y el ejercicio físico, pueden ayudar a los maestros a disminuir el estrés en momentos de tensión y prevenir enfermedades”.
De igual manera la magister en Psicopedagogía bilingüe y másters coaching en Programación Neurolingüística (PNL), Emma Carolina Fernández, afirma que existen diferentes herramientas para que los docentes aprendan a manejar sus emociones dentro de aula tales como la formación en inteligencia emocional, sumar practicas de atención plena y buscar apoyo y orientación con especialistas.
Fernández aconseja que los docentes tengan un espacio para poder drenar las situaciones a las que se enfrentan diariamente en los salones de clase, ya que reaccionar continuamente, que es lo que ocurre más que la reflexión, no solo es mal modelo, sino que impacta la salud mental y física creando el desgaste que lleva a los profesionales a desertar de las aulas.
La colaboración y los límites
En relación al manejo adecuado de padres, madres y tutores, es importante que los maestros puedan establecer una relación de colaboración basada en la comunicación asertiva, la empatía y el respeto mutuo con la familia, mostrando una escucha activa hacia sus preocupaciones y necesidades.
Es recomendable establecer límites y encuentrar tiempo para el autocuidado fuera del entorno escolar, ya que bienestar docente es parte fundamental para llevar una convivencia armoniosa y positiva que beneficie a toda la comunidad educativa.