Cuida tu salud mental: Medidas para acabar con esta pandemia silente

“Así como le doy importancia al corazón, cerebro y riñones porque puede afectar la salud, asimismo mi mentalidad, mi estado emocional y mi cognición son relevantes para mi bienestar, porque si se ve afectada, va a interferir en todo lo que es mi funcionamiento: yo como ser humano, como me relaciono con los demás y también a nivel académico o laboral”, sostiene la psiquiatra Camila Vásquez. No existe cuerpo sano sino hay una mente sana, lamentablemente la pandemia tuvo muchísimas consecuencias a nivel de casi todas las especialidades en la medicina, sin embargo, a nivel pulmonar y también la salud mental fueron las dos especialidades que más se vieron perjudicadas. La depresión, la ansiedad, el trastorno por consumo de alcohol, el pánico y el insomnio fueron las condiciones de salud mental que más se vieron afectadas porque escalonaron de manera significativa durante el COVID-19. “Sí, podemos decir que las enfermedades mentales son la nueva pandemia, si te fijas en estadísticas que tienen que ver con hospitales, principalmente aquí en República Dominicana, en el 2021 la consulta que más pacientes vio el Hospital Moscoso Puello fue la consulta de psiquiatría, no solamente porque los estigmas se está rompiendo y el paciente está buscando ayuda, sino porque todas estas condiciones de aislamiento, de redes sociales, de esta gratificación instantánea que tenemos ahora han hecho de que las condiciones de salud mental se hayan empeorado día tras día y que la búsqueda de ayuda sea cada vez más necesario”, señala la experta en neurociencias.

Signos de alerta Si tienes dolor de cabeza o tienes malestar en el estómago, es fácil reconocer que algo te pasa e ir al médico. Con las enfermedades mentales no ocurre lo mismo, son cambios en la conducta lo que indica que se necesita ayuda con un profesional de salud mental. Estas situaciones se dan cuando: • Emocionalmente me siento muy inestable. • Siento una tristeza que va más allá de una tristeza normal. • No puedo controlar mis emociones. • Mi sueño se ve afectado • Mi manera de concentrarme o enfocarme es diferente a como lo era habitualmente. • Hay un cambio en mi funcionamiento. • Las personas que tengo a mi alrededor notan que mi comportamiento es errático. • Mis hábitos de alimentación han cambiado drásticamente, sin razón aparente.

¿Desaparecer es un síntoma? La psiquiatra Vásquez aclara que la desaparición no es común en personas como una condición de salud mental, “lo que sí hemos visto es que, en el envejecimiento, donde se puede tener un entorno neurocognitivo en el cuál se olviden las cosas, las personas salgan a caminar y no recuerden cómo llegar a casa. Las desapariciones de estos días lo vemos en jóvenes, lo que tenemos que tomar en cuenta es si hay presencia del consumo de alguna sustancia, o una depresión preexistente que pudiese haber alguna idea suicida o también tomar en cuenta de si estamos frente a algún paciente que tenga alguna discapacidad intelectual y por ende el paciente no sepa cómo buscar la ayuda necesaria, pero no es que las personas que tengan alguna condición de salud mental desaparezcan”.

¡Cuidado con la depresión! La depresión es un conglomerado de síntomas que afectan todo mi bienestar y que afecta principalmente mi funcionalidad: tristeza profunda, autoestima baja, sensación de vacío, sentimiento de culpa, insomnio o dormir más de la cuenta, pérdida del apetito o comer en exceso y no poder concentrarme como antes. “Cuando ves que estos síntomas duran dos semanas debes estar alerta. La depresión es una de las razones que causan más incapacidad laboral a nivel mundial, si no la trabajas se puede volver crónica, y es peligroso porque te puede llevar a tener pensamientos de muerte y al suicidio”, advierte Vásquez.

Hábitos para tener salud mental:

1- Tener buen hábito alimenticio.

2- Crear una muy buena higiene del sueño, dormir de 6 a 8 horas.

3- Mantener los niveles de estrés manejables

4- Tener una comunicación asertiva y una buena red de apoyo.

5- Manejar herramientas para controlar las frustraciones del día a día.

6- Tener tiempo para realizar actividades que me causen placer o disfrute y que sean sanas.

7- Disminuir lo más que podamos aquellos hábitos tóxicos: consumo de cafeína, alcohol, cigarrillo o de cualquier sustancia que pudiese interferir con lo que es la autorregulación cerebral.