DESCUBRIR
Asalto a los sentidos: Delhi
Delhi es el punto de partida de la gran mayoría de los turistas. Esta ciudad creció sobremanera después de la partición de la India, ya que la parte occidental de Punjab pasó a manos de Pakistán, creando un gran éxodo de personas, las cuales dominan buena parte de los comercios. Delhi es un gran conglomerado de enclaves, a la vez de ser la capital del país. La vieja Delhi se distingue por su arquitectura mogol del siglo XVI y XVII, con sus monumentos, bazares y mezquitas. La nueva Delhi se caracteriza por su arquitectura más moderna, amplias avenidas y los centros de poder. Delhi es lo más cercano que he conocido a un gran asalto a los sentidos: olores a monóxido, especias y aceite por la venta de comida; orina, la cual desaparece al llegar a un templo por el incienso y las flores. Campanas a la entrada de los templos, que despiertan al creyente, me pregunto si a la vez ¿llaman a los diversos dioses?; claxon y más claxon, motores de combustión interna de minibuses, autobuses, motores, motonetas. La gente hablando, el jalador o los vendedores, asalto sin tregua a los oídos. El cielo de Delhi es color “smog”, sí, a humo, neblina, color de contaminación, gris. El roce con la gente en la calle, los que le pasan algún objeto a uno para que lo compre... y después no quieren recibirlo. Todo esto no es más que una antesala, un aviso de que es una mezcla de culturas muy disímil a la nuestra, y nos prepara a entrar en otra realidad. PanorámicaDesde Jami Masjid, puede observarse la gran cantidad de personas que asiste, especialmente un viernes en la tarde. Los bazaresLos bazares del Viejo Delhi son una gran atracción para los turistas, las calles se especializan en comodidades. Dariba Kalan, joyeros y plateros; en Knari Bazar hay oropel y lentejuelas.