Ánimo en dos minutos ¿Cuáles son sus talentos?

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Luis García DubusSanto Domingo, RD

Esta es una his­toria real. La llaman “la his­toria del men­digo tonto”. Lo encontraron muer­to una mañana en el mis­mo sitio en el que durante años había estado pidiendo limosna. Murió de hambre, de frío, de miseria.

Cuando revisaron sus pertenencias, encontraron, entre otras cosas, nada más y nada menos que mil dóla­res, con los que hubiera po­dido comer y abrigarse.

En el evangelio de Mateo 25,14-30, aparece un per­sonaje similar al mendigo tonto. Dice que le dieron un talento para que lo admi­nistrara, y él no lo usó.

El tonto miedoso de la parábola del evangelio de hoy no usó su talento. Lo enterró. No se quiso arries­gar. Prefirió ocultarlo, “pa­ra sentirse seguro”. Pero se atrofió, se degeneró, se con­virtió en un hombre medio­cre. Y encima de todo, per­dió su talento.

Otros dos recibieron, uno 5 y otro 2 talentos. Los re­cibieron con humildad, los usaron con confianza. Y a fuerza de usarlos lo desa­rrollaron.

Dice el Evangelio que los duplicaron. Y por hacerlo, fueron felicitados y premia­dos por el Señor que les ha­bía dado sus talentos.

La virtud básica de todas es la humildad, y humildad es reconocer los talentos que uno ha recibido.

Y el Señor no espera que nadie haga lo que no puede hacer. Sólo espera que cada uno use los talentos que tie­ne para bien suyo y de los otros.

Que quien haya recibido un martillo y un clavo, bus­que un sitio donde haga fal­ta y martille con amor. Con esto será “fiel en lo poco”, y le dirán:

“Muy bien, Eres un em­pleado fiel y cumplidor; co­mo has sido fiel en lo poco, te voy a confiar mucho más. Ven a compartir la alegría de tu Señor”.

Esta es la semana de agradecer con confian­za, los talentos que haya­mos recibido. Y usarlos con amor y esperanza para bien propio y de los demás. Esta es la semana de ser, humil­demente, “fiel en lo poco”.

La pregunta de hoy

¿Qué le sucede a quien no use sus talentos?

Que el plan de Dios sobre él o ella se frustrará. Será calificado de“negligente y cobarde”(Mateo 25,26)

¿Y qué le sucede a quien los usa?

Paradójicamente, mien­tras más usted comparte, ¡más tiene!

Felicidad, paz, satisfac­ción y la alegría de vivir vie­ne sólo cuando una perso­na se atreve a compartir con confianza todo lo que Dios le ha regalado.

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