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La fuerza interior: indómita e invencible

Somos nosotros mismos quienes sembramos la semilla de nuestra destrucción o de nuestro crecimiento interior. ISTOCK

Somos nosotros mismos quienes sembramos la semilla de nuestra destrucción o de nuestro crecimiento interior. ISTOCK

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Ezequiel MéndezSanto Domingo, RD

Hay muchas cosas que tenemos por hacer: momentos por vivir, emociones por compartir, experiencias por conocer, por lo tanto, no tiene sentido desperdiciar nuestros limitados momentos quejándonos, sintiéndonos menos, excusando nuestros resultados adversos, porque somos seres perfectibles y aprendemos de nuestros errores. No hay derrotas si no te sientes de esa forma, porque las experiencias dependen de cómo las enfoquemos para convertirlas en lecciones valiosas que nos den la oportunidad de crecer como personas.

La fuerza del espíritu es la que nos permite salir de nuestras tempestades, la única tragedia es perder la fuerza interior, se puede luchar hasta al final e independientemente del resultado podemos mantener la mejor actitud, mantener un espíritu indómito e invencible.

Cada ser humano tiene un tiempo vital, por lo tanto, desperdiciarlo es un error; creer que has sido un error cósmico, también. Nacimos con un propósito y descubrirlo es mandatorio en nuestras vidas, asumir nuestras responsabilidades aún más; somos en gran medida lo que pensamos que somos, si nuestra autopercepción nos indica que somos algo que realmente no somos estaremos gran parte de nuestras vidas engañados por un error de apreciación que lastimosamente se convierte en una realidad.