¡Un mandamiento nuevo les doy!

Como hemos dicho sobre el mandamiento nuevo, donde más podemos ver el amor de Dios es en el Sacramento del Matrimonio. Si verdaderamente Dios no está en medio de la pareja, es poco lo que se puede hacer para que ese matrimonio dure “hasta que la muerte los separe”. Especialmente con tantas distracciones que existen en el mundo de hoy para separar las parejas. “Hay que darle su espacio”, dicen muchos psicólogos.

Espacio para que cada uno viva “la vida loca” fuera del matrimonio. Y la pena es que muchos “cristianos” lo creen así y lo viven.

Durar hoy en un matrimonio no es poca cosa. Hay parejas que después de una boda pomposa, a los pocos meses, ya se están separando, porque no se prepararon para el matrimonio, sino para el divorcio. Mi esposo y yo llevamos 55 años de matrimonio y es verdad que con sus alegrías y sus penas, hemos podido mantener la embarcación a flote. Y es que Jesús viaja con nosotros.

Y la Santísima Virgen también. La señora de la fe, del silencio, de la reconciliación, está siempre con nosotros a través del rezo del Santo Rosario diario en su honor y gloria.