“Un mandamiento nuevo les doy”

El Quinto Domingo de Pascua: “Ámense unos a otros como yo les he amado”. La señal para que conozcan que somos cristianos, es ese mandamiento. Uno de los más difíciles de cumplir. Porque amar como Dios nos ama, es imposible para nosotros los hijos de la carne. Solamente el Señor puede cambiar el corazón del hombre. Y solamente él, es el que es capaz de hacer que nosotros podamos lograr cumplir este mandamiento. Pero necesitamos mucha oración, sacrificios y ofrendas. “Cristo se hace presente a sus seguidores de muchas maneras: presente en la palabra que proclamamos, presente en la Eucaristía que celebramos, presente en la iglesia que todos formamos, presente en los hermanos de la comunidad. Jesús nos dice: La señal por la que conocerán que son discípulos míos es la del amor; y no cualquier amor, porque todos sabemos en esto del amor, todos podemos distinguir los amores que matan y los amores que salvan, entre los amores carnales y el amor de la cruz, entre los amores de aventuras y el amor para siempre, entre amores que absorben y el amor que se da. Y aún así en todo amor hay una chispa de Dios, donde hay amor ahí está Dios. Amén.